El tema coparticipable en general y el déficit de la previsión social en particular, son grandes temas que modelan las agendas provinciales de manera directa y la relación nación provincias en general, decidiendo comportamientos políticos.
Obsérvese por caso la aliadofilia del pelado Bonfatti , para imaginar la magnitud del afecto societatis que promueve el endeudamiento provincial para con la administración nacional.
Precisamente Santa Fe y Córdoba , dos distritos que sumados concentran el 20% del electorado, son emblema en esta problemática de endeudamiento provincial vía déficit previsional en un contexto de mengua en la coparticipación.
En Nestornautas se viene siguiendo de manera pormenorizada el tema, mostrando, en el caso de este post que replicamos y otros anteriores, la responsabilidad insoslayable de los gobiernos provinciales en el desmanejo de los recursos en dos dimensiones:
- Por el lado del gasto excesivo para sostener consenso comunitario
- Por la baja recaudación como estrategia de evitación de conflictos con segmentos de alto poder económico provincial.
Esto es un viva la pepa tributario en atención a sostener el estilo "Buena onda" que curte como nadie nuestro motonauta ex bonaerense, perdón ex motonauta, porque bonaerense sigue siendo, a pesar de Craviotto y sus diatribas.
Siendo correcto este planteo, debe complementarse con otro para abarcar toda su complejidad.
Ayer escuchaba en el programa Sin Saco y Sin Corbata la evaluación de opinión pública del gobierno de De la Sota ofrecida por el Consultor Gustavo Córdoba que mostraba una evaluación positiva superior al 54% y adicionalmente un 64% de aprobación en su imagen personal.
Al mismo tiempo se señalaba un rechazo comunitario a la "armonización" del monto y actualización de las jubilaciones -- En el sistema nacional se tiene en cuenta el promedio de los últimos 10 años, mientras que en Córdoba son los últimos cuatro años y los jubilados nacionales reciben aumentos dos veces al año (marzo y septiembre) y en Córdoba perciben los mismos incrementos que los activos. Aunque con la reciente reforma que impulsó de la Sota, la actualización para los pasivos ahora también demorará seis meses. -- y el rechazo comunitario a la medida "armonizante" ommmmm! , alcanzaba a más del 60%.
Tema complejo, las tensiones entre razonabilidad estructural y dinámica de la opinión pública local son insoslayables a la hora de decidir desde el gobierno provincial un curso de acción .
El cuadro que
ilustra el post corresponde a la parte del 15 % de la masa
coparticipable que las provincias aportan a la financiación de la
seguridad social (expresada en pesos)m en el ciclo 2003-2012; y fue
tomado de ésta nota de Infobae, en la que vuelven a la carga con el tema los del IARAF.
El enfoque central de la nota es el mismo que cuestionarámos acá:
para eludir reformas tributarias progresivas en las provincias (que
afecten sectores con rentas extraordinarias hasta hoy exentos de
tributar a los fiscos provinciales, o con un aporte mínimo), se pone el
acento en la denuncia de los pactos fiscales por los que las provincias
cedieron parte de sus recursos coparticipable para financiar la
seguridad social, como único remedio posible.
Aun así, la
exposición del tema permite que se la vayan viendo las patas a la sota
(o a De La Sota, como con el asunto de la financiación del déficit de la
Caja de Jubilaciones de Córdoba); porque así como en ésta otra nota del
IARAF en Infobae se reconocía por fin que el famoso 15 % se conforma
con aportes de las provincias (8,499 puntos) y de la Nación (los 6,501
restantes), ahora se admite que el asunto no es tan sencillo, porque si
las provincias dejaran de aportar esos recursos a la ANSES,
probablemente resolverían sus déficits, pero se lo trasladarían al
sistema previsional nacional; que entonces tendría que financiarse por
otras vías...
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