6/21/2012

sanata y fe: parsimonioso estilo


Nos llega una ampliación del análisis coyuntural de Darío Schueri  sobre los dimes y diretes santafesinos que nos viene de perillas no solo por lo que dice sino fundamentalmente por lo que calla.

La reforma tributaria y su incierto destino legislativo y el acto de asunción de las nuevas autoridades del Partido justicialista tienen un denominador en común: la pelea por la Gobernación en el lejano 2015.

La batalla es política, el campo de batalla es la Legislatura, y el trofeo final la gobernación del 2015, utilizando como primer bastión la reforma tributaria. La lucha se desarrolla cuerpo a cuerpo entre oficialismo y oposición, advirtiéndose dentro del peronismo atomizado cuadros que libran sus propias escaramuzas.

El flamante presidente del Partido Justicialista, el imperturbable psicólogo venadense José Luis Freyre hizo notar minutos antes de asumir – con encomiable voluntarismo –que: “estamos trabajando para fijar posición y llevar aportes y propuestas”. Freyre seguramente no fue informado por su Vicepresidente Roberto Mirabella que el otro legislador de Omar Perotti, el senador Alcides Calvo había aplicado el código flecha rota rompiendo cualquier tregua pacífica con el frente oficialista al comunicar que

“lo mejor que podría hacer el Gobernador Bonfatti es retirar el proyecto (de reforma tributaria) y consensuar una nueva propuesta de aumentos de impuestos con sus socios radicales y con entidades intermedias involucradas en la reforma”

Calvo, a pesar de haber sido anoticiado del acuerdo pactado dentro del FPCyS entre radicales y socialistas, que inclusive derivó en la redacción de enmiendas al texto original que está realizando la Casa Gris, insistió en que “el justicialismo no es responsable de la rebelión interna que vive el Frente Progresista”. El senador peronista rafaelino, que decidió “suspender momentáneamente las reuniones que estaban previstas en las cuales atenderíamos los planteos de las entidades y organizaciones aludidas por la reforma” en verdad se está curando en salud y transfiriéndole al Frente gobernante las dicotomías que existen en el seno de su propio espacio.

El kircherismo desembarcó en el PJ santafesino.

“Solo un psicólogo puede arreglar al peronismo”, chanceaba un coterráneo ex diputado acerca del nuevo Presidente del Partido Justicialista, el psicólogo Intendente de Venado Tuerto José Luis Freyre de 41 años que asumió la presidencia del Partido Justicialista de Santa Fe dentro de un marco copado por jóvenes kirchneristas que representaban a los distintos sectores internos (Kolina, Movimiento Evita, Jóvenes para la Victoria) junto a Producción y Trabajo de Alberto Maguid y un raleado espectro gremial (ATSA) y simpatizantes llegados de Venado Tuerto.

La nota la dio el presidente saliente Ricardo Spinozzi quien envió un escrito de salutación por encontrarse “fuera del país” (está en Europa de paseo). Tal como dijéramos en nuestro comentario anterior, el reutemista Spinozzi no quiso asistir al funeral partidario del sector que gobernó durante 16 años la Provincia, y dio paso ahora al Kirchnerismo que dirige los destinos del País.

Justificaron la ausencia de Spinozzi los ardorosos jóvenes del Movimiento Evita que en varios pasajes del acto dedicaron sus cánticos “para el Lole que lo mira por TV”. Varios ex dirigentes reutemistas se sintieron molestos y hasta uno de ellos (Susana Cámpoli, actual vocal del Partido) se retiró del recinto.

El acto en verdad fue una sobreactuada demostración de fuerzas y alianzas a futuro; de manera tal que en la mesa Agustín Rossi se ubicó a la derecha de Freyre (quien en su discurso ponderó que le haya ofrecido el cargo) y Omar Perotti hizo lo propio con el Vicepresidente Roberto Mirabella. Cada padrino con su ahijado. Jorge Obeid fue ubicado en un lugar preponderante en el estrado. Allí estaban para las fotos los tres aspirantes al Sillón del Brigadier en el 2015: Agustín Rossi, Jorge Obeid y Omar Perotti.

Con la presencia en la Mesa del Jefe de Gabinete de Ministros Juan Manuel Abal Medina, cada orador pugnó por ser mas punzante en su adhesión a la Presidente Cristina Fernández, sobresaliendo por su extrema dureza contra el gobierno provincial el nuevo Vicepresidente del Partido, el diputado provincial Roberto Mirabella, quien no tragó saliva para señalar que “estamos viendo y siendo testigos del desastre de este Frente que se dice llamar progresista. Este Frente Progresista que fundió la Provincia de Santa Fe tiene nombre y apellido: se llama Hermes Binner, él es el responsable político de haber fundido a la Provincia”. “No debe haber cosa más antiprogresista que haber fundido al Estado”, asestó.

Agustín Rossi no desentonó con su línea discursiva de epopéyica fidelidad al kirchnerismo, haciendo notar (por si hubiera algún distraído) que “esta conducción (del Partido) del primero al último está claramente comprometida con el proyecto nacional que encabeza la Presidente de la Nación”. El “Chivo” apuntó al 2015 apostando la unidad que, dijo “significa un ejercicio de generosidad como militantes políticos”, y de inmediato se auto referenció: “el que tiene alguna herida puedo ser yo; las heridas al barril, al tacho de la basura, hay que construir una fuerza política para acumular poder en esta provincia”.

Rossi dejó abierto el camino para las especulaciones con respecto del futuro político de la Presidente Cristina Fernández: “para nosotros esa discusión esta saldada: en el 2015 vamos a estar adonde nos indique la Presidente Cristina y ese es el camino que vamos a seguir”.

Debió ser por eso que luego de Rossi habló el Gobernador de la Provincia del Chaco, Jorge “Coqui” Capitanich, pronunciando un inesperadamente extenso discurso que no dejó dudas sobre sus aspiraciones presidenciales. Obviamente como sucesor de Cristina dentro del FPV; seguramente enfrentando a Daniel Scioli.

Omar Perotti no podía dejar de decir lo suyo limitándose solo a una arenga militante: “hay que llenar cada una de las Unidades Básicas de la Provincia”, dijo el diputado nacional.

Finalmente José Luis Freyre con su parsimonioso estilo se ocupó de los agradecimientos y postulados de unidad. Previamente ante los periodistas se había ocupado de atender a los peronistas aliados con el PRO de Mauricio Macri y Miguel Del Sel: “aquellos dirigentes que se alejan de las necesidades de la gente o que apuntan mas a realidades y ambiciones personales o sectoriales, en realidad dejan de ser justicialistas. Es muy difícil justificar que sos peronista si no se banca la nacionalización de YPF que es una bandera del justicialismo”, sentenció.

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