La declinación de YPF comenzó con la decisión de endeudarla para
adquirir armamentos. Esa hipoteca llegó a los 6000 millones de dólares
en el año previo a la ocupación de las islas Malvinas, cuando presidía
YPF el ex general Carlos Suárez Mason. Es cualquier cosa menos casual
que YPF haya sido vendida a Repsol por Carlos Menem, el mismo presidente
que indultó y puso en libertad a Videla y Suárez Mason, y expropiada
por CFK, durante cuya presidencia fue condenado Videla a reclusión
perpetua.
La reapertura de los juicios, asumida como eje de su política
por Néstor Kirchner en 2003, fue el prerrequisito sin el cual no hubiera
sido posible para el presidente y su esposa enfrentar a los acreedores
externos, los organismos financieros internacionales, la oligarquía
diversificada, los grandes medios, los bancos que se habían apoderado
del sistema previsional y, ahora, los financistas españoles que vaciaron
YPF.
La designación en el directorio de YPF de Eduardo Basualdo, quien
investigó antes y más a fondo que nadie las transformaciones regresivas
impuestas a partir del golpe, es otro acto de coherencia de Cristina.
Mientras, Videla sigue rumiando en la cárcel sobre la “guerra justa, en
los términos de Santo Tomás”, que aún cree haber encabezado. Y la
Iglesia que lo acompañó mantiene en secreto los documentos que
anticiparon en tres décadas la confesión del dictador...
De Eduardo Basualdo mucho se puede leer, muy poco ver o escuchar.
A los fines de este siempre breve post, leeremos este segmento de un reportaje a Basualdo publicado en Rayando los confines:
A los fines de este siempre breve post, leeremos este segmento de un reportaje a Basualdo publicado en Rayando los confines:
El menemismo y la extranjerización
— Dentro de los años que median entre 1976 y 2001, la década de los ‘90
implica la etapa superior de la valorización financiera por su impacto
en la economía y en la sociedad argentina. Las privatizaciones son el
mayor cambio en la estructura económica del país durante el siglo XX.
Más importantes, incluso, que la estatización del peronismo original,
momento en que el Estado tenía mucha menor importancia en términos
relativos. A principios de los ’90, las empresas estatales eran las más
grandes de la economía argentina porque ostentaban la mayor
participación en las ventas de las grandes firmas de la economía
nacional.
Por lo tanto, tenían un gran impacto en términos de inversión
y de importancia como instrumento de la política económica. Por eso
las privatizaciones fueron un cambio de enorme trascendencia que tiene
que ver con el proceso de valorización financiera. Para los acreedores
implicaba el pago del capital adeudado, caracterizado como impagable
por Alfonsín. Para los grupos económicos internos, ese sector
diversificado de la oligarquía pampeana, implicó un salto notable en
términos de su importancia estructural.
Y eso que ya era de por sí muy
relevante. La trascendencia de las privatizaciones se puede apreciar
también porque no es sólo una fracción del capital la que se queda con
las empresas, sino que la propiedad de las firmas estatales es
compartida entre las distintas fracciones dominantes del capital. En
cada una se verifica un trípode constituido por un grupo económico, una
empresa transnacional que es la operadora y un banco transnacional que
es el agente financiero. Esto es fruto de un acuerdo: el mayor cambio
estructural de la historia no podía quedar en manos de un solo bando,
debía ser compartido. Por eso son escasísimas las excepciones donde una
empresa estatal importante queda en manos de una sola fracción del
capital dominante.
Este cambio estructural trajo aparejado la etapa de oro de Menem, desde
1990 a 1995, porque el bloque de poder está muy cohesionado, se había
constituido una comunidad de negocios. Sin embargo, posteriormente, los
grupos económicos comenzaron a vender estas empresas y a fugar esos
recursos al exterior para realizar ganancias patrimoniales. Habían
comprado barato y venden caro, porque tienen una alta rentabilidad
debido a las regulación estatal o por ser empresas oligopólicas.
Esa
elevada rentabilidad es la que les asegura un alto precio de venta,
porque este último se fija en base al nivel de ganancia...
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