Transitamos un período donde periódicamente
consultoras opositoras insisten en la caída de la imagen presidencial y
de gestión, apoyadas en acontecimientos editorializados por los medios
que adversan al oficialismo, a los que adjudican capacidad de interpelar
inmediatamente a la “opinión pública” nacional.
Sucede que, una vez creado el microclima por los medios opositores,
resulta sorpresivo, por citar un caso contundente, los casi 12 millones
de votos obtenidos por el oficialismo en octubre de 2011, en el mismo
momento en el que estaba siendo sometido a duras críticas a través de
los medios opositores.
Desarrollamos el concepto de “audiencias redundantes” para describir
a modo de discusión preliminar el fenómeno configurado por el impacto
de la notable actividad política opositora desplegada por los medios de
difusión de alcance metropolitano.
El fenómeno en cuestión reside no en negar influencia de los
aparatos de medios opositores sino en señalar su actual incapacidad de
ampliar audiencias, quedando su efecto de aversión encapsulado sobre los
segmentos que ya resultaban opositores al oficialismo y circunscriptos
geográficamente a la zona metropolitana, donde prácticamente agotan toda
su influencia.
La zona metropolitana, debe recordarse, representa no la totalidad,
ni la mayoría, sino el 33 por ciento del padrón nacional de electores,
aunque si consideramos la CABA y el cordón 1 del conurbano bonaerense,
donde efectivamente el corredor de medios opositores es fluido, la
representación baja al 20 por ciento del total de electores nacionales.
La redundancia y el acotamiento geográfico explican el impacto
escaso de los temas que se han generado desde los aparatos mediáticos
opositores en el último tiempo, desde el caso Schoklender hasta la ley
antiterrorista, la megaminería, el proyecto X y el más reciente affaire
Ciccone.
Ciertamente los primeros han generado algún ruido entre los
adherentes y electores progresistas no peronistas del kirchnerismo, que
representan el 8 por ciento del total del universo kirchnerista en
general, pero ni en ese universo ni en el general de votantes
oficialistas se observan cambios estadísticamente significativos en la
arquitectura de preferencias nacionales.
El impacto metropolitano de los medios opositores, que son los que
llevan la delantera en la instalación de estos temas –aunque sin mayores
réplicas nacionales importantes en los medios, incluso los opositores,
del resto del país–, no parece alterar en nada la arquitectura de
audiencias de octubre y lo que logran es redundar sobre aquellos que ya
estaban convencidos. Algo así como cazar en el zoológico...
1 comentario:
Bien ahí Artemio, corrigió los votos de la jefa; no sea cosa que le digan que Consultora Equis dibuja los números, je, je.
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