La reciente aprobación de la ley antiterrorista excluye explícitamente a la protesta social e incluye de manera expresa al ataque contra la moneda nacional entre los delitos tipificados, delegando su interpretación en la justicia federal y no provincial, acotando la discrecionalidad de la ley.
Resulta así un gran avance en la modernización de la legislación penal de un país estragado por las devaluaciones terroristas.
Para el ministro Julio Alak, los temores sobre una eventual criminalización de la protesta social quedaron a salvo con «el pedido expreso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de que se aclarara que no podía considerarse acto de terrorismo aquel que se hace en ocasión de una protesta social». ( incluída en la tutela, por si quedan dudas de la bondad de la ley, la bonita protesta social que sigue ) .
Junto a Alak, expusieron también el titular de la Unidad de Información Financiera, José Sbatella, y el titular de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli. Vanoli se refirió al proyecto votado en la Cámara de Diputados que agrava las penas para el financiamiento del terrorismo y que incluiría a las «corridas cambiarias» como «actos tendientes a desestabilizar a un Gobierno».
4 comentarios:
Lo que además estaría bueno agregar es sobre el argumento de lo que haría un gobierno "conservador" con esta ley. Un gobierno "conservador" no necesita de leyes para demostrar (lo ha hecho durante toda nuestra historia) lo que haría. Empezando si se quiere por los 3.000 obreros fusilados en el segundo gobierno de Yrigoyen. Como para arrancar nomás...
Ahora, a los del arbolito como los combatimos
¿prohibiendo la birra y el faso?
No seamos ingenuos. Hasta que un acusado consiga demostrar que lo suyo era protesta social nomás, se tendrá que comer un par de años de cana, más que lo revienten a patadas nuestras democráticas fuerzas de seguridad. Si el ministro Alak tiene confianza en la Justicia Federal, allá él. Yo no
La ley será lo que Oyarbide y Bonadío digan que es.
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