12/04/2011

aún lejos del fifty - fifty ( poca plata )

Leemos: La CGT pide ahora mismo no ponerle techo a la discusión salarial de cara al año 2012.

Esta elemental demanda de recuperación salarial cuyos niveles todavía distan mucho de alcanzar los del fifty-fifty que siempre fue el objetivo tanto de Néstor como de Cristina Kirchner en sus gobiernos, esta petición básica del movimiento obrero organizado, es presentada en muchos medios de difusión como un avance sobre la corporación empresarial por parte de la central de trabajadores o, peor aún, un “abierto desafío” al gobierno nacional.

Objetivamente, ¿está la CGT en condiciones de solicitar mejoras salariales sin techo? Veamos esto un poco más de cerca. Efectivamente, como lo señala la sentencia de apertura del post, en su notable discurso de clausura de la Conferencia Industrial, Cristina Kirchner anticipaba que los niveles de ganancias empresariales acumulados desde el año 2003 a la fecha son extraordinarios y superan cómodamente la media internacional.

El mismo Orlando Ferreres sugirió a modo de interrogación y espíritu repentinamente socialista: “Por qué se quejan de la década de los noventa si las empresas durante el kirchnerismo obtuvieron ganancias que multiplican por cinco lo de esa etapa estigmatizada”.

Así las cosas, ya es vox pópuli que por el lado de las ganancias patronales que supieron conseguir los representados por Ignacio de Mendiguren están en condiciones de afrontar negociaciones salariales “sin techo” en 2012.

Complementariamente, si se analizan el costo laboral y la productividad empresarial en esta última etapa sustitutiva abierta en mayo de 2003, se observará sin demasiado esfuerzo que éste es el mejor momento de nuestros siempre quejosos entrepreneurs.

En efecto, la relación entre la producción obtenida y los recursos utilizados para obtenerla, esto es, la famosa “productividad empresarial”, es la más alta de la última década (un 24% por sobre la del año 2000) en tanto, como complemento, el “costo laboral unitario” –que refleja el costo de las empresas para remunerar el trabajo equivalente a la producción de cada trabajador – es el más bajo desde el año 2005 (ver gráfico). La combinación de estos tres factores implicados –tasa de ganancia, productividad y costo laboral– hace inconsistente la precaución empresarial (e intolerable su negativa) a discutir actualizaciones salariales sin piso para el año 2012.

Ciertamente ante la crisis internacional y el impacto local –cuya magnitud nadie conoce– de acontecer eventuales cambios de magnitud de la productividad empresarial que supongan mayores costos laborales, cosa que puede suceder, tal vez los representados en la UIA deberán recurrir no sólo a demandar al Gobierno sino a realizar ellos también “sintonía fina”, esta vez sobre la tasa de ganancia media empresarial (que sólo ellos conocen porque los libros no se abren al público y menos a los trabajadores).

Tasa de ganancia media que, tal como lo señaló Cristina Kirchner, está muy por sobre los estándares internacionales, y que les permitió desplegar a los señores empresarios un notable “colchón” en estos ocho años intensos en materia de inclusión social, pero también, desde luego, en rentabilidad empresarial...

Esta vez, entonces, deberían apenas moderar su ímpetu schumpeteriano para el sostenimiento de salarios que garanticen niveles de consumo doméstico adecuado, del que finalmente se verán también ellos beneficiados. Poca plata.

Completo acá.

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