"Pobre gente... Vamos a hacer una rifa para comprar lentejas, porotos, fideos y todas esas porquerías que comen los pobres" advertía Susanita en los setenta, el personaje de la tira Mafalda que ilustra el post y representaba , entre otras cosas, la conciencia "solidaria" de los segmentos medios plenos argentos de la última mitad del siglo pasado.
Como ayer juntar lentejas , ahora entre la clase acomodada shomería post crisis 2001 , está de moda la "renuncia voluntaria" a los subsidios de tarifas domiciliarias de energía , que solo debieran beneficiar a los menesterosos que prueben su condición de tal de manera fehaciente, mediante la tarjeta de Anses de percepción de la AUH, Argentina Trabaja, la jubilación mínima, etc. O sea un feliz poseedor de las genericamente denominadas Menestercard. :)
Desde el niño Mauricio a ( esperemos) la cúpula del Partido Obrero pasando por consultores encumbrados como el Profesor Giacobbe, todos ya han renunciado a los subsidios , o están camino "a".
Almas nobles, al respecto leímos a Zaiat:
El Estado no es una ONG que requiere de comportamientos solidarios de la población, sino que debe definir normas generales con criterios determinados para su cumplimiento. Algunas podrán ser observadas como progresivas y otras como regresivas, sin trasladar su responsabilidad de decisión.
En esa línea de solidaridad social se podrían establecer también precios diferenciados para la carga de nafta hasta terminar con un carnet de pobres o de clase media baja para ser acreedor de subsidios al combustible.
O proponer a los ahorristas de plazo fijo la opción de pagar el Impuesto a las Ganancias sobre los intereses, hoy injustamente exentos. Se establecería así la implacable ley del mercado: “Quien puede pagar, que pague”.
¿Los padres de familias acomodadas en la pirámide de ingresos, que envían sus hijos a escuelas privadas que reciben subsidio estatal, también deberían hacer un acto de contrición y renunciar a ese aporte?
Sólo en el área de la Ciudad de Buenos Aires, de un total de 789 establecimientos educativos de gestión privada que existen, 441 reciben aportes estatales para el pago de los salarios de los docentes, totalizando recursos por más de 800 millones de pesos anuales.
Es notable cómo han calado hondo concepciones de vida neoliberal, individualista, de dádiva del rico al pobre, incluso en analistas que no se reconocen como conservadores. Un mecanismo opuesto al de la “renuncia voluntaria” de subsidios es el sistema de fiscalización de compra de divisas, que el mismo gobierno implementó hace veinte días.
Quien quiere adquirir dólares en la ventanilla de un banco no se presenta y dice que tiene una estructura patrimonial aceptable para concretar la operación.
Es la AFIP la que determina si es posible efectivizar la transacción al establecer ciertas reglas de aceptabilidad, con criterios que pueden ser criticables, pero la decisión no queda en manos de la persona, sino en las del Estado...
2 comentarios:
El martes, como siempre, hubo algo de gre gre sobre la inclusión y demás. Pero la papa estuvo en abrir el diálogo sobre inflación, competitividad (¿guiño a la devaluación? ¿o recortar subsidios para tarifas para darle directamente a los empresarios?), y sobre todo, no reparto de ganancias.
Capitalismo, más "en serio" que nunca. Agarrate...
http://www.pts.org.ar/spip.php?article19748
Che yo ya estoy preparando mis papeles de pobre.
Saludos.
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