Cuando en el año 2003 se presentaron tres listas justicialistas a las elecciones presidenciales de abril , Néstor Kirchner entendió que era necesaria la unificación del peronismo para sostener en el tiempo su proyecto.
El proceso de reordenar el peronismo bajo la conducción de Kirchner tuvo su momento culminante en las elecciones bonaerenses de octubre del año 2005 , cuando Cristina Fernández derrota a Chiche Duhalde por más de 25 puntos y subordina al conjunto del peronismo al interior del FPV. El Justicialismo resulta así el único partido reunificado tras la crisis del año 2001 en todo el territorio nacional, con algunas excepciones.
Para Néstor Kirchner siempre fue estratégica e innegociable la unidad del peronismo bajo su conducción, como soporte fundamental del proyecto nacional.
Allí donde la intelectualidad progresista metropolitana ve un demérito bajo la metáfora de "recostamiento en el PJ", Néstor Kirchner observaba un núcleo central de su proyecto: Unificar al PJ y conducirlo, no sin grandes tensiones, pero eso es típico del proceso de conducción de formaciones populistas.
Una de las provincias donde aún el proceso de unidad justicialista no se produjo es Córdoba.
Las elecciones por la intendencia de la Capital provincial son en este sentido una excelente muestra de los resultados de esta circunstancia de permanencia de la ruptura al interior del peronismo.
Al respecto, leemos los primeros análisis tras las elecciones municipales :
Ya está: la gran lección de estos comicios es que el peronismo necesita ser recompuesto y unificarse. Y dejar de lado estúpidos provincianismos que mueren antes de cumplir una semana de vida.
El país está atravesando un proceso de profundas transformaciones culturales y algunos dirigentes locales parecen no haberse dado cuenta de ello todavía...
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