7/25/2011

traición y militancia ....

Recibimos esta lectura de los resultados de Santa Fe ( y la política en general) del compañero Diego Fernández, que queremos compartir.

Ante la reaparición, una vez más, pos derrota de la expresión k en santa fe, del argumento que encuentra un chivo expiatorio en el peronismo, capciosamente, podría preguntarse: ¿el peronismo, sólo aparece para el kirchnerismo como chivo expiatorio para exlicar sus vicios, sus derrotas?. Cómo es?: el kirchnerismo explica las virtudes de la fuerza de gobierno y el peronismo sus vicios o defectos? Esto le puede servir a 678, pero no sirve ni para empezar a pensar la política en serio. No me parece que la política pueda explicarse tan simplemente, se me ocurre que se trata de algo más complejo.

No me parece q el kirchnerismo se explique por generación espontánea, y me atrevería a afirmar que en su práctica tiene más de peronismo clásico, ortodoxo, tradicional (y ojo: no digo que esto sea malo) de lo que los mismos k o progresistas detractores del peronismo se animarían siquiera imaginar.

Si pensamos que surgimos por generación espontánea, entonces, sin mayores piruetas discursivas negamos a Perón abiertamente y podemos desconocer el fuerte componente peronista que encierra esta construcción denominada kirchnerismo. (Sí deberíamos admitir, de todos modos, que en nuestro génesis ya registramos algo parecido a una traición, cuando Néstor se sacudió magistralmente a duhalde a poco de asumir).

Si somos un poco más inteligentes, y reconocemos que el adn k contiene muchos más datos genéticos peronistas que los que nos animamos a admitir a simple vista, entonces, por ejemplo, tendríamos presente que ya en las elecciones del 57, Perón impugnó a Juarez en Sgo del Estero que jugaba su juego por fuera de la estrategia definida por el General.

Y que todo el período de la Resistencia estuvo atravesado por estrategias de dirigentes que se atrevieron a pensar el peronismo sin Perón. O sea, que el tema de las estrategias alternas al interior del movimiento son casi una cultura. Mientras el peronismo sea una expresión de poder, es casi inevitable.

El tema es que Perón había construido un liderazgo y una fuerza que hacían casi imposible que estrategias alternas prosperaran, y su poder de disciplinamiento se asentaba básicamente en eso. Mucho menos, que prosperaran a nivel popular, del peronismo concreto, el laburante de carne y hueso. Ahí es dónde más fuertemente se anclaba la lealtad con el líder, lo que quedó clarísimo en el 55.

Esto hoy, por razones diversas de acción y omisión, en el kirchnerismo no existe. Y la razón principal de omisión, es la renuncia a construir una organización política y una fuerza militante orgánica. (Y esta falencia está tan naturalizada, que aún en los planteos más críticos respecto de la derrota en capital, carta abierta incluido, se cuestiona el discurso o el contenido o la forma de la campaña de Filmus, pero en ningún caso se habla del déficit de militancia).

Lo de la traición del peronismo en sfe es un bolazo. Los números muestran que perdieron candidatos distritales históricos y del "aparato" del peronismo, que de haberse planteado traicionar hubieran salvado su ropa y dejado expuesto al chivo en soledad en la derrota.

A su vez, me parece que en política alguna vez hay que ponerse los pantalones largos y dejar de reclamar o demandar a papá. Si el peronismo de sfe puede traicionar, para que traicione alguna vez tuvo que ser parte de lo mismo, alguna vez debe haber mantenido algún vínculo de lealtad hacia lo que hoy traiciona. Y no tengo muy presente que esto haya sido así.

El tema es que si el kirchnerismo santafesino no construyó en todos estos años un carajo de fuerza propia o estructuras militantes (y esto es así: el sábado pasado estuvimos en la inauguración de un local de compañeros en Rosario, la cuna del chivo, a 7 días de las elecciones, y éramos más militantes de afuera de la pcia q de Rosario), entonces que lo que llamamos traición tiene más que ver con resultados fallidos de estrategias desesperadas a las que se llega por debilidad política y orgánica.

Pretender suplantar la ausencia de fuerza propia con estrategia de alianzas electorales tiene estos riesgos. Pero en este caso, sólo el riesgo que menciono: el de la derrota electoral. No hay traición. Perdió la estrategia de pretender hacer política sin desarrollo de fuerza orgánica.

El psp es una fuerza orgánica militante, de esos que van puerta a puerta y están todos los días del año desde hace 25 años (les dicen mormones. Ganaron la ciudad ganando la universidad). Nosotros los queremos correr con formatos de consignismo de máxima y militancia de mínima.

En la política santafesina, está claro el corte social. Hace 4 años, los mismos que hoy continúan acudiendo a la muletilla de la traición del aparato y la denostación del peronismo como causa de todos nuestros males, celebraban la victoria de binner. Kirchnerismo incluido.

Una muestra de nuestra propia debilidad y error político no solo al celebrarlo, sino en votarlos y acompañar en la construcción de una nueva hegemonía que desplazara el reutemanismo. La única estrategia del kirchnerismo santafesino para desplazar a reuteman fue votar al psp.

Eso si: nada de ponerse a armar algo que diera soporte estructural en la provincia a las políticas nacionales. Fue suficiente que estallara el conflicto de la 125 para q aparecieran las primeras decepciones de los ingenuos políticos, ante un socialismo que no hacía más que hacer lo que hizo siempre: ante el despliegue de las contradicciones históricas en Argentina, se ubica siempre en el mismo lugar: junto a los gorilas. Hoy son aquellos, progresistas antiperonistas o posperonistas, los que despechados de la estrategia pro socialismo, votaron al chivo.

A los socialistas los votó la clase media típica, los que disfrutan las fábricas culturales, la gestión transparente y el parque españa. El antiperonismo, gorilas y radicales. Perdieron el voto peronista.

Al no existir una mediación orgánica militante, los beneficiarios de las políticas de Cristina se sintieron más expresados o representados por uno q se les parece en la forma, en los tics demagógicos y populares a la vez, de del sel.

El chivo eligió a Hoffmann, q no es mejor candidato que Cachi Martínez. Este ganó la interna en la ciudad de sfe por penetración vertical en los barrios. No lo tengo como un atributo del dirigente de ATE, más parecido y bastante mimetizado con la gestión y el perfil del progresismo gobernante. Del sel, obviamente, también captura votos peronistas anti k y gorilas.

Seguimos pretendiendo relacionarnos con lo concreto, con lo real, vía encuestas, marketing y estrategias mediáticas, esta vez de contenido "nac&pop". La militancia del facebook, el tweeter, el sms, 678, la consultora y la agencia publicitaria perdió hace rato. Al menos, para hacer política desde el peronismo. Desde ahí, el resultado del chivo no es malo.

La peor traición es la de la negación de la militancia.

Abrazos

diegoferna7@yahoo.com.ar

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