7/10/2011

hacia la segunda vuelta

La primera consideración a observar tras el resultado de ayer es que el balotage diseña escenarios diversos según la diferencia entre fuerzas.

Como la primera minoría obtuvo un triunfo de más de 10 puntos sobre la segunda, el resultado del balotage está abierto, puesto la segunda minoría, en este caso el FPV, deberá obtener más del 70% de los votos que en primera instancia no votaron alguna de las dos minorías ingresantes, para poder triunfar en segunda vuelta.

Si la diferencia hubiera sido menor y por caso hubiera sido de 5 puntos en la primera ronda, el resultado de primera face era muy posible de revertir, puesto que la captura de votos por parte de la segunda minoría debería haberse ampliado hasta el 60% de los electores que no optaron por alguna de las dos fuerzas ingresantes en primera ronda.

La segunda dimensión a tener en cuenta para analizar la dinámica del balotage es el rechazo a los candidatos en competencia.

Como se ve en el cuadro que abre este post (click sobre la imagen para agrandar), tanto Daniel Filmus como Mauricio Macri comparten el nivel de rechazo en torno al 40% de los votantes porteños, por lo cual para ambos candidatos las chances de captura de votos, desde el punto de vista del nivel de aversión electoral que despiertan es similar en orden al 60% del electorado.

Así las cosas el nivel de rechazo que Mauricio Macri despierta entre la dirigencia distrital que, por ejemplo, se observó en el debate de la UBA donde el conjunto de los 10 candidatos confrontó abiertamente con actual el Jefe de Gobierno, no se corresponde con el nivel de rechazo que despierta entre el electorado porteño que, reiteramos, alcanza al 40%.

Sería un error conceptual grave del FPV establecer la campaña de segunda vuelta -- producto de la sobre ideologización de la mirada -- , asumiendo que la alianza dirigencial implica alianza electoral y peor aún, imaginar que el rechazo de las cúpulas partidarias se corresponde, en dirección y nivel, con el de los electores de a pie.

Las claves de la segunda vuelta serán, como en primera, la discusión sobre las carencias de la gestión PRO, cuyo desgaste se observó en los resultados de esta primera vuelta. En segunda instancia el FPV deberá insistir de manera absoluta en la identificación del proyecto local con el nacional que lidera Cristina Kirchner y hoy tiene la aceptación del 50% del electorado porteño que la votaría en su reelección presidencial de octubre.

En conclusión, discutir gestión, articular el proyecto local con el nacional y representar cabalmente el liderazgo de Cristina Kirchner en el distrito porteño son las claves de la segunda vuelta que sin duda, dada la diferencia en primera será una prueba sumamente difícil para el FPV local.

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