Rrrreegggual... La inmensa mayoría de los que reclaman apenas si pueden pronunciar la palabra, convertida desde mediados de los '90 y hasta esta campaña electoral, en símbolo de la decadencia económica y la sobreexpansión del Estado. Mientras la desregulación ampliaba el consumo y la oferta inmobiliaria, el anatema sólo creció y creció, y la fuerte intervención del Estado para evitar que la acción de unos dañe la vida de terceros no paró de perder prestigio. El reclamo actual para evitar los nuevos emprendimientos en Brooklyn simplemente recordó que lo que en la esfera económica se mal llama "regulación," en el resto de la vida social se conoce como "ley."... Ernesto Semán y la crisis allá. Una mirada desde los barrios. El texto completo acá
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