un soplo de aire fresco...eres un d-emo?

Hoy nos levantamos perucas y pusimos a la Nelly en la fonola . Ahora escribiremos un post en clave nazi populista , gran desgracia de la patria como lo señalara Marquitos Aguinis. En efecto, nuestro espíritu populachero indica que tras las elecciones de 2007, la clave del proceso político la marcaba la enorme fragmentación de la oposición y la apropiación por parte del oficialismo de (casi) toda la iniciativa política realmente existente. Luego del affaire 125, donde una gran corporación económica quebró la iniciativa del poder político oficial , la paradoja es que la fragmentación opositora sigue y se profundizó aún más con la aparición de otra eventual opción vía Cleto, en tanto se agregó el desgaste acelerado del oficilaismo. No hay ya iniciativa política en manos del gobierno y su claque , ni en las filas opositoras que siguen paralizadas y sujetas a infinitas divisiones. De persistir, es este el escenario más propicio para potenciar la influencia de los grupos de mayor poder (mediático, económico , financiero) . Si no hay un polo mayoritario de reconstrucción y acumulación de poder político , la configuración actual parece en la práctica, muy poco alentadora para gestionar el país en dirección a mayores niveles de equidad e inclusión social, a pesar del festival de libre pensadores un verdadero ejército de d-emos, que aplauden el notable desgaste oficial , bajo la metáfora de que resulta "un soplo de aire fresco" para la democracia Argenta . En este sentido, el intento de transformar a la presidenta en un caniche, bajo la premisa del imprescindible "cambio de estilo", potencia esta tendencia de licuación del poder político y no parece un camino adecuado. En líneas generales, la creciente erosión y consecuente dispersión del poder político, sea oficialista u opositor como la que se observa, no condujo en la historia reciente a una idílica "expansión de las prácticas democráticas" . Más frecuentemente la fragmentación política dió forma a un cachivache institucional, donde creció exponencialmente el ya enorme poder relativo de las corporaciones, en un país tan desequilibrado como la Argentina, con una sociedad civil inorgánica y estragada por carencias y marginaciones de todo tipo. Como buen post populista, y ya mojando la oreja de los d-emos liberales, lo cerramos con don Arturo Jauretche: " La nación para la “inteligentzia” continúa siendo lo que fué para la Ilustración (…), que no la concibieron como un sistema en sí misma sino como medio. El fin no es la nación, lo son las instituciones: la república, la constitución, la democracia, la libertad misma, considerada ésta desde un punto de vista individual, y no desde un punto de vista nacional"