ASAMBLEAS, FUBA Y LA CACA DE LOS PERROS. REMEMORANDO DICIEMBRE DE 2001

Tras ocho (8) meses de intentos fallidos, finalmente la UBA nombró Rector al veterinario Rubén Hallú, un personaje sin gran trayectoria universitaria y menos académica . La Asamblea electiva, sin embargo no se realizó en una sede prevista en los estatutos, sino en el Congreso Nacional, blindado por la Poli Federal y acechado por trescientos militantes de Partidos de Izquierda Ortodoxa (PIO) , representantes teóricos de la FUBA, que corrían con sus banderas escarlatas montadas sobre largas tacuaras de un lado para otro tratando de impedir vanamente el acceso de los asambleístas. Este sainete pareció rememorar discretamente el proceso de colonización de organizaciones sociales diversas y específicas por parte de los militantes de PIO , que concluyó con el colapso de las asambleas populares gestadas al calor de la crisis de diciembre de 2001. Al respecto, cuenta la leyenda que funcionaban sólo en la Capital Federal 250 asambleas barriales con 500 integrantes promedio, de las cuales han quedado 50 con menos del 10% de los participantes. Una que aún funciona es la de Asamble de Almagro, cita en Medrano al 400, hoy en juicio por desalojo del local en que funciona, en cuyo frente sus integrantes han plantado dos banderas con estas consignas: "Donde hay autoridad no hay libertad" y "La propiedad es un robo" . Estas consignas conmovedoras, sin embargo no parecen responder al sentir medio de la barriada de Almagro donde por caso la simpática Consultora Equis tiene sus oficinas. Las preocupaciones centrales del barrio son la inundación de basura que sistemáticamente acomete contra nuestras veredas tipo 20 hs., el choreo perpetuo a que somos sometidos en edificios, bares y subtes, la permanencia de casas tomadas por contingentes tumultuosos de ciudadanos, la mayoría de limítrofes geografías e indocumentados, que hacen las maravillas de niños y amas de casa pacatas del barrio, el caos de tránsito que supone que cruzar Medrano y Corrientes en cualquier momento del día resulte para el desprevenido peatón una aventura digna de los "exploradores urbanos" que con tanto infortunio saltaron a la fama recientemente. Agrego ahora los cortes de luz que con la llegada de Papá Noel han transformado la zona en un simpático arbolito de navidad con una lamparita acá, otra allá, otra acullá, etc, etc. Es obvio que esas consignas que pintó en su local la Asamblea de Almagro responde a un cierto patrón ideológico muy respetable y típico de sus esacasos miembros, pero ya no a la media del vecinaje barrial, ideología media que probablemente resulte menos amable con las virtudes que la Asamblea supone trae la ausencia de autoridad y aprecie un poquito más la propiedad privada, la de cada uno de los vecinitos en particular, que no la de los otros y menos la propiedad pública, sobre la cual, por caso, promueven el volcado de toneladas de soretes en horarios estrafalarios portados por sus infinitos canes que asolan el porteño barrio , otrora "gloria de los guapos, lugar de idilios y poesía" y actual reino de perros garqueteros . En fin, la crisis de las Asambleas Populares tan activas y relevantes a partir de Diciembre de 2001, asfixiadas por su temprana colonización por las prácticas organizativas y politicas derivadas de las variopintas ideologías de la izquierda tradicional, todas cerca de la igualdad universal pero muy alejadas de la garcada de los siberianos, intuyo va de la mano y remite sin duda - de aquí el post, claro - a la crisis actual de la FUBA, vaciada de representación del movimiento estudiantil ( que por otra parte parece que no quiere ser "representado" por nadie y quizá no deba serlo) pero desbordada de militantes de partidos de izquierda tradicional, cuyos discursos estrambóticos indefectiblemente terminan en generalidades político-ideológicas muy respetables pero que en ese ámbito poblado de temas específicos sin resolver, muchos ni siquiera hablados, no significan absolutamente nada, FUBA is nothing. Finalmente, un párrafo para la sesuda estrategia de desgaste con 240 días de "canilla libre" con que el gobierno nacional obsequió a la FUBA y a la escasa ciudadanía que le daba bola televisiva a lo que pasaba en las infinitas asambleas frustradas que posibilitó que finalmente ayer los sacaran a patadas en el culo con el beneplácito de la opinión pública y el júbilo mediático. Tal estrategia desalojadora de fubistas fué, a esta altura de la velada, eficaz pero, apenas una picardía muy menor acometida (ay!) el mismo día en que se cumplían tres (3) meses de la desaparición de Julio López cuyos captores claro, no son del Partido Revolucionario de los Comechingones.