CÓMO ESTAMOS HOY EH ...

Las encuestas de opinión nos muestran a nivel distrital y nacional que se consolida un escenario electoral bastante definido para estar aún a más de un año de octubre de 2007, obviamente todo lo que sigue es sí y solo sí , Cachanosky (ay!!) se equivoca y esta vez acierta. El escenario ya muy consolidado muestra una clara hegemonía del FPV en la figura de Néstor Kirchner en torno a los 50% de intención de votos que proyectado asciende a 55% y un ya muy nítido segundo puesto para el PRO con Mauricio Macri que capta un 15% de intención de votos que proyectados trepan a 20% El tercer lugar nacional lo ocupa aún Roberto Lavagna con un 8% que proyecta 10% y cierra la grilla de los candidatos con mayor expectativa de voto la diputada Elisa Carrió con un 5% de intención de voto que proyectada trepa a 7%. Este es el análisis puntual de la situación electoral actual, aunque como tendencia el escenario parece moverse hacia una consolidación del liderazgo de Kirchner en torno al 55% de los votos y un corrimiento de parte del voto a Roberto Lavagna hacia Mauricio Macri o en menor medida hacia Elisa Carrió que permitiría al referente de PRO alcanzar a nivel nacional el 25% de los votos y a la diputada del ARI el 10% a nivel nacional, siendo probable que la candidatura del ex ministro Lavagna, en este contexto de declinación, se ubique en cuarto lugar o , incluso no se materialice nunca. La caída de lavagna obedece no tanto a sus deméritos o ausencia de atributos como candidato posible, sino a las características estructurales del estrecho corredor electoral que necesita transitar. Esta delgada franja resulta de electores satisfechos con el esquema socioeconómico diseñado en el país post devaluación que a su vez observan como insatisfactoria la gestión que realiza Kirchner del modelo sustitutivo post devualuación. Esta circunstancia de aceptación inicial del modelo que encarnó Lavagna y continúa hoy Kirchner deja de lado al 35% de los electores nacional para los cuales, esta organización social y económica post devaluación resulta francamente inadecuada. Se trata de un 30% de electores de centro, centro derecha o derecha dura que - siendo muy sintético, ya que no es materia de este post profundizar este punto- , ven en la sustitución de importaciones, el industrialismo de baja productividad y en general el neo desarrollismo del actual modelo como inadecuado, e históricamente atrasado. Por otra parte los electores de izquierda tradicional o "dura" , que representa el 5% del electorado nacional, observan el mantenimiento del actual perfil distributivo bajo el patrón de los años noventa, así como la reproducción en escencia del esquema privatizador de la década menemista, como una interdicción y límite escencial para la legitimidad del modelo sustitutivo que Kircner y Lavagna representan. Queda entonces la disputa al interior del 60% que lo avala, que en un 80% (siendo poco generososo en el cálculo) hoy respalda al presidente Kirchner, por lo cual Lavagna, en rigor, disputa un estrecho corredor de 10% a 15% de los votos nacionales, situación que le pone un techo notable a su eventual desarrollo. Un agravante adicional se cierne sobre el ex ministro : Su armado coaligado entre el llamado " radicalismo sin tierra" y el autodenominado - por el mismo Francisco de Narváez - como "Peronismo residual", resultan dos tradiciones de dificil convivencia, no a nivel dirigencial obviamente, sino por debajo, en el terreno del ciudadano de a pié. En efecto, para citar un ejemplo de esta dificultad de coaligar tradiciones diversas, la figura del mismo Roberto Lavagna entonando la marcha justicialista con el grupo "El general", así como la presencia en su entorno de ex Duhaldistas o caciques peronistas provinciales, como Puerta o el repentinamente mediático Juanjo Alvarez, no son rápidamente aceptables para el electorado radical que adhiere a la figura de Raúl Alfonsín. Así las cosas a mas de un año de distancia de la elección nacional, el escenario electoral nacional está muy consolidado y muestra estas tendencias de corto plazo: Robusto triunfo de Kirchner en torno al 55% de los votos, consolidación de Mauricio Macri como opositor de centro derecha de cara al período 2007 / 2001 con el 25% y la persistencia de Elisa Carrió a nivel nacional como referencia de centro y centro izquierda no kirchnerista con el 10% de los electores nacionales respaldándola, así como una virtual desaparición electoral de las opciones nacionales vinculadas a las tradiciones de las izquierdas y derechas duras que no superarán sumadas ambas tradiciones el 5% de los votos nacionales.