4/21/2006

EL DOLOR NO NOS HACE DIGNOS

Respetaba a Bragagnolo. Aún no compartiendo casi nada de lo que dice sobre casi todos los temas que toca, incluso sabiendo que la eterna barba de un dia del ingeniero Blumberg estaba siempre por ahí, quizá por ser también padre y - apenas- poder imaginar su dolor me permitía dismular , pasar por alto, poner en sordina, o como se diga, todo lo que salía de su bocota, e igual lo respetaba. Incluso me pareció verlo violentado y muy solo en Hora Clave el domingo pasado, a punto de estallar en mil pedazos, tironeado, astillado y balbuceando un discurso ridículo en medio de una notable y rastrera utilización política de su dolor por parte de opinadores variopintos del estilo Mariano Grondona, Diana Maffia, Alejandro Rozitchner, Juan Sebrelli. Hoy viernes 21-04, leo en el matutino Página 12 especificamente en una nota firmada por la periodista Susana Viau: " Marcelo Bragagnolo también tiene fuertes vínculos con Guardia de Hierro y el masserismo. Al grupo de la derecha peronista, una especie de Opus Dei de la política, lo unen lazos de sangre: su hermano Luis Bragagnolo militaba allí. Era un incondicional del ex capitán Jorge “El Tigre” Acosta. La “B” de “A & B Consultores”, el último eslabón de la cadena de sociedades con que Emilio Massera pretendió encriptar el apropiamiento de las tierras de Chacras de Coria, no significa otra cosa que Bragagnolo: “Adrogué & Bragagnolo”. Se asegura que Luis mantenía una relación cuasi orgánica con el servicio de inteligencia naval o, mejor, con el servicio de inteligencia paralelo que la ESMA había montado; Marcelo, por su parte, tenía cordiales nexos con la Marina pero era más heterodoxo, los alternaba con el Ejército: era un fervoroso partidario de Jorge Rafael Videla y alentó un grupo que motorizó una solicitada de respaldo al ex dictador cuando éste fue detenido por el robo de niños. El fanatismo de Marcelo Bragagnolo tuvo momentos provocativos. Por ejemplo, el aviso fúnebre que publicó en 3 de junio de 2003 y cuyo contenido este diario consignó al día siguiente: “Marcelo Bragagnolo –decía– participa con profundo dolor su fallecimiento y despide a un caballero del mar y valiente oficial de la Armada Argentina”. El destinatario era, nada más y nada menos, que el capitán de fragata Fernando Peyón, parte de los Grupos de Tareas de la ESMA y, al final de su vida, asalariado como oficial de calle de la SIDE. No fue eso, no obstante, lo que puso en las primeras planas y en los tribunales a Marcelo Bragagnolo, sino su afición a la ingeniería financiera, a los trapicheos y a los juegos con sociedades en bancarrota. En los ’80, en tanto su hermano Luis trabajaba en Control Union, una compañía belga de seguros de embarque y exportaciones, Marcelo y su amigo, el fallecido banquero Angel Moyano (ex Banco Feigin) cumplían funciones en la vereda de enfrente, en Lavalle y 25 de Mayo, como “operadores” del quebrado Banco Cabildo, de los hermanos Pirillo. Ese era su mundo. En abril de 1998, Horacio Verbitsky reveló en este diario las escuchas judiciales tomadas a los sospechados de participar en la quiebra de otra entidad bancaria, el Banco Integrado Departamental, propiedad de Roberto Cataldi. Bragagnolo asesoraba a Cataldi y al mismo tiempo gestionaba ante él un crédito para el fiscal que lo investigaba, Jorge Alvarez Berlanda.En esa causa resultó procesado y detenido. De las escuchas se infiere la participación de Bragagnolo en asuntos sonados como el de los fundidos Banco de Crédito Provincial (BCP) de La Plata, propiedad de la familia Trusso, o el Extrader de Marcos Gastaldi. No obstante, un tramo de su conversación con Alberto Mc Mullen, abogado de Luis Sarlenga, ex presidente de Fabricaciones Militares, pone de relieve el estilo y el pensamiento del propagandista de la seguridad urbana: Bragagnolo: “El miércoles estás invitado al Círculo de la Fuerza Aérea (...) ¿Te imaginás por quién? (...) Va a estar él y el brigadier Evergisto Gómez”. Mc Mullen: “Evergisto se llama. Pobrecito”. Bragagnolo: “Pobrecito, pero el tipo es de la pesada, pesada. Mató a los padres y a los empleados del Registro Civil y los metió en el Pozo de Banfield." Bragagnolo, sabes a cuantos pibes con igual o menos edad que el pobre Matías liquidaron en los chupaderos, a cuantos empalaron, violaron, tiraron al río o apropiaron?... En fin ,y yo con mi respeto, hoy viernes, me siento un perfecto pelotudo.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

"Cuando llega la muerte, la gran reconciliadora, jamás nos arrepentimos de nuestra ternura, sino de nuestra severidad"
George Eliot - Gran Bretaña, 1819-1880

No te sientas pelotudo, Artemio
saludos

Anónimo dijo...

Artemio todo bien, pero no corramos el eje del tema como lo hicieron con el 'eterna barba de un día Blumberg'... más allá de lo jodido que pueda ser el prontuario de este tipo, o el acento alemán del mejor amigo del ingeniero, aca estamos recontra hasta las manos en Inseguridad, vivo en Lomas de Zamora, por dios, es un infierno, hagan algo! le diría a la dirigencia inepta -pero mejorable-. Ese es el mensaje a analizar, y no cuan reaccionario es el mensajero.

Unknown dijo...

El problema es tanto el mensajero como el mensaje, porque ambos son reaccionarios.

El Marpla dijo...

todo bien, la inseguridad y bla, pero que no me venga con el discurso y el dedito acusador, si esta mas manchado que cualquiera el tipo este. No es referente de nada

Anónimo dijo...

Estimado Artemio: Porque también nos sentimos, como otras tantas veces, un poco pelotudos, estamos reproduciendo su nota, con los créditos correspondientes:

www.elortiba.org

Saludos

claulocura dijo...

la inseguridad la sufrimos todos , para empezar hay que bajar la edad de imputabilidad porque los más peligrosos son los menores porque saben que son impunes .
Lo peor que le puede pasar a un padre es la muerte de un hijo pero parece ser que algunos tarados hacen prevalecer la ideología sobre la vida humana .

Unknown dijo...

Un canto a la tolerancia, el aporte de Clau.

Anónimo dijo...

a Claulocura: Tenes razón cuando decís"que algunos tarados hacen prevalecer la ideología sobre la vida humana".
El tarado del padre de Bragagnolo, no tuvo reparos en relacionarse con asesinos por ser afines con su ideología.
En cuanto a la edad de imputabilidad, simplemente deberías tomar en cuenta que los menores gralmente son manejados por adultos, no salen del vientre de la madre con un arma en la mano. Bajar la edad de imputabilidad sería atacar un cancer con aspirinas.

Saludos.

Anónimo dijo...

Cuanta razon tenes en tu afirmacion de lo que sos!!!!

Artemio López dijo...

y de parte de quien me decis pelotudo anónimus?

Anónimo dijo...

todo bien con los chicos fallecidos y respetable el dolor de sus padres. Pero no son las personas indicadas para decir como debe funcionar la sociedad. no les creo nada.