Quiénes lideran el lockout ruralista en Buenos Aires NO es El Campo , ES el PRO 👇🏼https://t.co/P7wJAylQIJ— Artemio López (@Lupo55) March 9, 2020
Hay en marcha un plan de desestabilización del gobierno popular, un "golpe blando". El paro salvaje de la cúpula de agroexportadores y terratenientes es un primer paso.
No es el Campo es el PRO. Juan Manuel Rossi, de Fecofe: “Este paro habla de una alta irresponsabilidad de parte de la Mesa de Enlace” – Bichos de Campo https://t.co/yxzAFFygMT— Artemio López (@Lupo55) March 9, 2020
No es el Campo es el PRO Radio2: Pablo Paillole: "No entendemos porque los pequeños productores tenemos que ir a este paro" | RadioCut Argentina https://t.co/oFDx7OTj07— Artemio López (@Lupo55) March 9, 2020
Los golpes de Estado constitucionales o blandos, requieren la participación de muchos agentes sincronizados golpeando al unísono. Especial preponderancia en esta acción conjunta y combinada adquieren los medios de difusión opositores en todos sus soportes.
Su arquitectura está diseñada para generar un colapso institucional, bloquear el funcionamiento de los aparatos del Estado, y deslegitimar la acción de gobierno. Aislar al gobierno, restarle apoyos, minar la autoridad, servirse de la sedición y buscar el enfrentamiento.
En definitiva, garantizar el éxito del golpe blando, mediante la política de desgaste y aislamiento internacional. Acusaciones de corrupción, malversación de fondos, tráfico de influencias, violencia, inseguridad ciudadana, desabastecimiento, inflación, caos, todo suma para reclamar la “vuelta a la normalidad”, reclamo agigantado y propalado sistemáticamente por los medios opositores.
Es decir, restablecer la constitución bajo las pautas de un golpe blando, que supone finalmente la persecución, encarcelamiento y/o proscripción de la oposición.
En América latina, la historia reciente muestra que tanto el golpe de Estado típico como en Bolivia, o blando como en Brasil nuevamente recobraron vitalidad, convirtiéndose en la opción por excelencia de clases dominantes para frenar el avance democrático y la justicia social.
Por otra parte la estrategia de golpes de estado típicos y blandos se inscribe en el marco de una guerra comercial global, donde los actores no renuncian al control de materias primas y mayores beneficios económicos y nuestro país y región adquieren entonces un valor creciente.
Por lo pronto podemos afirmar que Bolivia y Brasil ya se encuentran bajo el control total de USA. Hace un día Bolsonaro firmó un acuerdo militar sin precedentes.— Cybernetic PiG (@Kabal7894) March 10, 2020
El SOUTHCOM es una amenaza para los gobiernos nacionales / populares. El plan Cóndor II sigue.https://t.co/G8TfjM4P75
Finalmente: Entre golpes de estado típicos y blandos, entre lo hecho en Bolivia y Brasil, se inscriben los límites conceptuales y políticos de las estrategias de desestabilización de gobiernos populares, y para estar a la altura de las circunstancias, primero hay que conocerlas ... y sin edulcorar.
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Repugnante. A menos de 100 días de haber asumido el Gobierno, mediante el HT Se Van, se desata una intensa operación golpista en redes sociales y medios de comunicación. pic.twitter.com/Pr2pO5x5qP— Walter D Valdez Lettieri (@WDVL4) March 9, 2020
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