12/08/2020

salarios a la baja

Salarios: para el Gobierno es un éxito que este año empaten con la inflación, pero en 7 meses ya pierden 7,4%


Lo sostuvo el ministro de Trabajo en función de lo que sucedió en septiembre. Pero si se toma en cuenta lo que ocurrió entre marzo y septiembre que se suma a los últimos tres años, los asalariados pierden más de 10%.





“Estamos muy contentos con la evolución del salario real en un año espantoso, que no podía ser peor. En 2020 el salario va a estar paralelo a la inflación”, dijo en declaraciones radiales el Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Claudio Moroni.

En base a las estadísticas de la Seguridad Social, el titular de Trabajo agregó que: "una caída del salario de 0,2% en el peor año de la historia es un éxito”.

Esos datos oficiales marcan que, acompañado de la caída del número de los asalariados formales, en promedio el salario l registrado de los trabajadores del sector privado tuvo un incremento del 36,3% frente a una inflación, a septiembre, del 36,6%.

Pero en lo que va del año, luego de la mejora salarial inicial por los aumentos por decreto, a partir de la pandemia y la cuarentena, en los meses que van de marzo a septiembre, los salarios de esos trabajadores registrados aumentaron el 8,3% y la inflación el 17 %. Eso implica que, en estos últimos siete meses, los salarios formales de los asalariados que conservaron sus empleos cayeron un 7,4% con relación a la inflación Esta pérdida del poder adquisitivo salarial se sumó a la de los últimos tres años que acumula así un retroceso real de más del 10% Ese retroceso es más agudo entre los asalariados que menos ganan. Así las remuneraciones de la mitad de los asalariados registrados ( “mediana”) en los últimos 12 meses se redujeron a septiembre el 3,3% y en tres años la pérdida real asciende a más del 13%.

En tanto, con el 3,8% en octubre la inflación alcanzó el pico más alto del año y las proyecciones privadas indican que la suba de precios viene en ascenso y eso podría acentuar el deterioro salarial. Los números oficiales dicen que a septiembre la remuneración nominal bruta promedio de 5,8 millones de trabajadores privados fue de $ 64.735 y se reduce a $ 53.730,05 con los descuentos de jubilación y salud. En tanto la mitad o 2,9 millones de los asalariados privados percibió menos de $49.485 brutos, o $41.072 netos tras la retenciones de salud y jubilación.

De acuerdo al Indec, la línea de pobreza marcada por la canasta básica familiar (matrimonio y 2 hijos menores) se ubicó en septiembre en 47.215,97 pesos.

Como puede apreciarse los salarios efectivos y el plus de asignación familiar de un amplio número de trabajadores registrados con 2 hijos no logran alcanzar el valor de una canasta básica de pobreza.

De todos estos datos oficiales se desprende que la crisis y la recesión golpearon más a los trabajadores formales de menores ingresos. Este retroceso salarial se produjo en el contexto de una fuerte caída del empleo asalariado privado formal.

De 6.221.500 registrados en septiembre de 2017, los ocupados asalariados formales privados descendió a 5.775.700 en septiembre de este año. Una pérdida de 445.800 de empleados asalariados formales. De este total, 266.200 se perdieron en los últimos 12 meses.

Esta pérdida de empleos fue muy intensa a lo largo de 2018 y 2019 y pegó un salto por la continuidad de la recesión agravado por la pandemia y la cuarentena, a pesar de las medidas oficiales adoptadas, primero con el pago de la doble indemnización y luego con la prohibición de los despidos sin causa .

El Informe oficial también señala que a septiembre desde el pico máximo alcanzado en mayo de 2020 (8,8%), las suspensiones en septiembre afectaron al 4,8% del empleo registrado del sector privado.

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