La Insuperable
Ya más de 7 mil personas se inscribieron en la audiencia pública para rechazar la rezonificación de Costa Salguero, que permitiría construir edificios frente al río. Les jóvenes hicieron un festival este jueves en Perú y Avenida de Mayo para manifestar su postura ambientalista.
Por Mariana Rolleri para Revista Crítica. Fotos: Federico Imas
La Coordinadora La Ciudad Somos Quienes la Habitamos y Jóvenes por el Río, espacios integrados por organizaciones ambientales, sociales y políticas, hicieron un festival este jueves en Perú y Avenida de Mayo para decirle a Horacio Rodríguez Larreta y a les legisladores que la Costanera Norte no se privatiza, no se amura con torres de diez pisos, ni se transforma en centro comercial: se convierte en parque popular.
Ese motivo movilizó a más de 7 mil personas a inscribirse en la audiencia pública para rechazar la rezonificación de Costa Salguero, que permitiría construir edificios frente al río. La participación ciudadana es inédita y convirtió a esta audiencia en la más larga de la historia de la Legislatura. Se extenderá por dos meses y serán 29 jornadas en total con 250 oradores por día.
“Tenemos que pensar si queremos una ciudad que tenga cada vez más cemento o podemos aprovechar esta oportunidad para revertir esta situación y tener más espacios verdes”, advirtió Luciana, de 18 años, que se arrimó junto a su grupo de amigues de la agrupación estudiantil El Semillero. Todes se anotaron en la audiencia pública para “defender el río” y es la primera vez que alzan sus voces ante les legisladores.
El abogado Jonatan Baldiviezo, en cambio, tiene cancha en esto de pisarle los talones a les podereses. Desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad, el cual preside, funcionan como una piedra en el zapato de les polítiques cuando de avasallamiento al pueblo se trata.
Baldiviezo se esperanza: “Hasta el momento en la audiencia pública se ve el masivo rechazo a la venta de la Costanera. Sólo tres personas se expresaron a favor y eran trabajadores del Gobierno de la Ciudad. Queremos que se respete la Constitución, la lucha ciudadana que venimos solicitando hace más de 25 años para que la totalidad de la Costanera sea espacio verde. Tenemos la expectativa de que este pronunciamiento sirva para quebrar la voluntad del Gobierno, que repiense lo que está haciendo y pueda dar marcha atrás”.
De repente alrededor, todes tienen un plantín de tomate en la mano. Se los acaban de regalar y se lo llevan a sus casas porque en este monstruo de cemento aún hay lugar para la vida. Las marchas ambientalistas son creativas, ingeniosas y con aire renovado, el de la juventud.
“Las juventudes pudieron ver con esto que el modelo económico, extractivista, de agrotóxicos, antidemocrático que pasa en otras partes del país, también pasa en la Ciudad de Buenos Aires”, reflexiona Baldiviezo. “Los espacios públicos son zonas de sacrificio de las ciudades, como lo son los humedales o los glaciares. Y para modificar el sistema, las decisiones se toman en las áreas urbanas. Está bueno que la juventud ambientalista se interese por estos temas y ayude a esta concientización dentro de las urbes”.
Tras la muerte del Diez, Jóvenes por el Río propuso el nombre de “Diego Armando Maradona” para el parque público que las organizaciones sueñan en Costa Salguero (“Nuestro Río” es el que figura en un proyecto de ley). La impronta desafiante del ídolo se hizo presente en una pelota que derrumbó una y otra vez unos rascacielos de cartón con la costanera azul de fondo. Las intervenciones lúdicas como esta ayudan a descargar, más cuando se cree que el grito no será escuchado.
Federico, joven referente de la organización Ecohouse, dice: “Muchas veces creemos que la democracia es ir y votar cada dos años y olvidarnos y la verdad que no. Cuando se toman decisiones a espaldas del pueblo nos tenemos que manifestar y dar nuestra opinión. Cuando nos organizamos, de repente, hay 7 mil personas diciendo no a la venta de Costa Salguero y esa es la democracia. Es una experiencia gratificante. Por un lado, te sentís escuchado, escuchada, pero la verdad se va a definir cuando se vote. Y si la venden será una desilusión”.
“El río no se vende, el río se defiende” y “Ay ayayay qué risa que me da, somos la pesadilla de Larreta en la Ciudad”, cantaron les manifestantes al son de los vientos y los tambores.
La frase esperanza porque la pesadilla de les males es el sueño de les buenes. ¿Parque será en vez de barrio exclusivo con acceso al río para un grupo selecto?
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