9/20/2020
cruzando fronteras
El rap, rimas cargadas de política
Daniel Rosselló
La música es una herramienta única para movilizar a la sociedad y expresar reivindicaciones políticas, y el rap no es una excepción. Desde su nacimiento en la década de los setenta, el género no ha dejado de evolucionar y de servir de instrumento para canalizar demandas sociales. Surgió en Nueva York, donde las comunidades marginadas de afroamericanos y latinos lo usaron para denunciar las injusticias que vivían en los barrios más desfavorecidos, y luego se expandió al resto del mundo. Al final de este artículo se incluye una lista de reproducción con las canciones más representativas del género.
El rap puede considerarse
mainstream
: un fenómeno de masas aceptado por la industria musical. Sin embargo, en sus inicios fue una música nacida en los márgenes, la alternativa de los barrios más desfavorecidos frente a la escena musical mayoritaria. La época eran los setenta, el punto de partida fue Nueva York. En aquella época, el género dominante en las principales salas era la música disco, cuyos multitudinarios eventos habían surgido alrededor de
un ambiente exclusivo
. Eran fiestas a las que no podían acceder los habitantes de los barrios bajos, mayoritariamente
afroamericanos y puertorriqueños
.
Fue en estos barrios, concretamente en el Bronx, donde varios artistas comenzaron a experimentar con vinilos y a
mezclar diferentes influencias musicales
, buscando un sonido propio que animara la escena musical del barrio. De ahí surgió el hip hop: las mezclas de discos de los
DJs
, el baile break dance de los
B-boys
y las rimas de los
MCs
—o “maestros de ceremonias”—, que son el rap propiamente dicho, el medio narrativo del hip hop.
Con todo, la rima como forma de resistencia entre los afroamericanos se remonta a la época de la esclavitud. Hunde sus raíces en las tradiciones africanas, donde los
griots
, narradores ambulantes de historias,
contaban con la importante función social
de atesorar la memoria de sus pueblos. Los raperos
usaron el hip hop
para hablar de sus complejas condiciones de vida en los guetos invisibilizados de la gran ciudad y
protestar contra la pobreza, la marginación y las desigualdades
entre las que se habían criado.
Politizado desde su nacimiento
Desde sus inicios, el hip hop se convirtió en un vehículo de transmisión y
generación de conciencia social y política
. Posiblemente, la primera canción de rap político fuera
The Message
(‘El mensaje’), de la banda Grandmaster Flash & The Furious Five’s, en 1983. El diario Los Ángeles Times la describió como
“música del gueto para el gueto, política sin hablar de política”
. El compositor y líder de la banda,
el MC Melle Mel
, puso así la primera piedra de un camino que seguirían muchos otros raperos, usando sus rimas para denunciar la
violencia, la opresión y las injusticias
contra afroamericanos y latinos. El rap pronto se convirtió en un
termómetro de la política estadounidense
: en su evolución pueden leerse también los cambios que ha vivido la población más desfavorecida de EE. UU. en las últimas décadas.
Carátula de The Message, de Grandmaster Flash & The Furious Five’s. Fuente:
Flickr
Así fue en la década de los ochenta, durante las dos legislaturas del presidente republicano
Ronald Reagan
. Reagan impulsó
políticas económicas neoliberales
y una agresiva
guerra contra las drogas
que multiplicó los encarcelamientos vinculados al tráfico y consumo de estupefacientes. Estas medidas multiplicaron la violencia y las desigualdades socioeconómicas de las clases más bajas de EE. UU., afectando especialmente
a la población afroamericana
. La
inversión pública y los servicios sociales se degradaron
,
los salarios se redujeron
y el desempleo
se multiplicó
, así como las
tasas de pobreza
, los
problemas de drogas
, los encarcelamientos y la represión policial.
En esta época surgieron algunas de las bandas de rap más reivindicativas. Su
mensaje de transformación social y política era muy explícito
, dando
voz a los menos escuchados
. Una de ellas fue
Public Enemy
, cuyo cantante, Chuck D, llegó a calificar el rap como
“la CNN de los negros”
: un medio para informar y politizar a los jóvenes afroamericanos. Con temas como
Fight the power
(‘Lucha contra el poder’), denunciaron el racismo institucional y animaron al pueblo a rebelarse contra el sistema. Otras bandas fueron The Last Poets, con
When the Revolution comes
(‘Cuando llegue la revolución’); West Coast All Stars, con
We’re all in the same gang
(‘Estamos todos en la misma banda’); o Intelligent Hoodlum, con
Arrest the president
(‘Arresten al presidente’).
Gánsteres y héroes
El rap político tomaría tintes más radicales a partir de 1986, con la fundación de la banda
N.W.A
. Esta banda fue pionera en el
rap gangsta
, un subgénero caracterizado por hablar explícitamente de drogas, sexo y violencia con un desprecio total a la autoridad estatal. Los miembros de N.W.A., criados
en la ciudad californiana de Compton
—el Bronx de la costa oeste—, revolucionarían la escena en 1988 con el tema
Fuck da Police
(‘Que le jodan a la policía’). En él,
hablaban
de las deplorables condiciones económicas y de la violencia policial que sufrían los afroamericanos solo por su color de piel. La letra también defendía responder con violencia a esa marginación, lo que llegó a encender
las alarmas del FBI
. Por canciones como esta, la prensa y las autoridades estadounidenses han perseguido y acusado al rap en numerosas ocasiones de
promover la violencia en las comunidades negras
y de ser la causa,
y no la consecuencia
, del problema.
Sin embargo, las bandas de hip hop pretendían educar y movilizar a los jóvenes para
reducir la violencia
dentro de sus propias comunidades. Un ejemplo de ello es el tema
Self Destruction
(‘Autodestrucción’), que compuso el artista KRS-One junto a raperos de las dos costas de EE. UU.,
tradicionalmente enfrentadas
. El fenómeno alcanzó la cumbre en los noventa con artistas como
2Pac
,
Mos Def
,
De la Soul
,
Ice Cube
, o
The Fugees
. Las raperas, como
MC Lyte
,
Queen Latifa
o
Lauryn Hill
—integrante de The Fugees— o
Hurricane G
, introdujeron en sus letras las reivindicaciones de las mujeres afroamericanas y latinas y denunciaron
la misoginia dentro del hip hop
. Las reivindicaciones sociales de los raperos incluso salieron de las fronteras del país. Algunas bandas, como
Harlem World Crew
, se posicionaron
sobre el conflicto contra Irán
, participaron en
iniciativas contra el apartheid sudafricano
o criticaron las condiciones de
la cárcel de Guantánamo
.
Pero el mensaje político del rap no bebía solo de sus experiencias vitales en el gueto, sino que se alimentaba de las ideas de activistas afroamericanos como
Malcom X
y
Maya Angelou
, y de la
militancia en los Panteras Negras
, movimiento
surgido en los sesenta
para defender los derechos de los afroamericanos de EE. UU. El peso de esta herencia se aprecia claramente en la figura del rapero 2Pac (
Tupac Shakur
). Asesinado
en un tiroteo
en 1996, 2Pac era
hijo de dos miembros de los Panteras Negras
, y es aún hoy un símbolo de la resistencia afroamericana y de
la lucha contra las desigualdades económicas y de raza
en EE. UU., y uno de los raperos que más discos ha vendido de la historia.
El camino hasta la Casa Blanca
Para finales de los noventa y principios de los 2000, el rap era ya tan popular que se comercializaba a través de canales musicales como la MTV, lo que provocó que fuera perdiendo su mensaje político. A las discográficas y emisoras de radio importantes, en su mayor parte
en manos de grandes empresarios blancos
, no les interesaba promocionar mensajes antisistema, y apostaron por temas que hablaban sobre
la fiesta, las drogas, el lujo y el derroche
.
Por si fuera poco, la llegada al poder de Barack Obama, el primer presidente afroamericano de la historia, en 2009, trajo optimismo a la comunidad afroamericana. La percepción de las relaciones raciales en EE. UU. mejoró y
el activismo afroamericano se redujo
. El rap
apoyó
a Obama y este incluso invitó a la Casa Blanca a los raperos
Common
y
Jay-Z
. El presidente incluso confesó escuchar música del polémico
Lil’ Wayne
, conocido por sus letras relacionadas con la droga y la violencia y que entonces estaba encarcelado por un robo. Todo ello habría sido impensable hasta entonces para una
opinión pública y unas estructuras de poder dominadas por blancos
.
Manifestación en contra de la violencia policial en EE. UU. en 2015. Fuente: Johnny Silvercloud (
Flickr
)
No obstante, hacia 2015 el optimismo fue desapareciendo al
hacerse patente que la violencia y la discriminación contra los afroamericanos no había desaparecido
a pesar de que un presidente negro ocupara la Casa Blanca. El Movimiento
Black Lives Matter
, que criticaba la violencia policial contra los negros, había nacido en
nacido en 2013
y estaba entonces en auge. Siguiendo su empuje, el rap político volvió a tomar fuerza.
Desde entonces el rap en EE. UU.
se ha vuelto a llenar de activismo político
, con artistas como
Kendrick Lamar
, también salido de Compton. En su álbum
To pimp a Butterfly
, pueden encontrarse temas como Mortal Man (‘Hombre mortal’) en el que
cita a Mandela
y que incluye una entrevista a 2Pac. Otra de sus canciones, Alright (‘Bien’), que
se ha convertido en un himno
para los activistas del Black Lives Matter. Otros artistas como
M.I.A
,
Run the Jewels
y, ya
en la era Trump
,
Childish Gambino
, con su tema
This is America
(‘Esto es América’), cargaron sus letras con temas como la violencia policial, el racismo o la esclavitud, y otros más actuales como el feminismo, las fronteras, la crisis de refugiados o las
críticas al sistema judicial
.
El desembarco del rap en las banlieues de Francia
El primer país fuera de EE. UU. en el que caló el rap político fue Francia. El mensaje de los hijos de los guetos estadounidenses
atrajo pronto a muchos franceses
originarios de las antiguas colonias de Francia en África y el Caribe, porque les conectaba con su propia experiencia vital de racismo y exclusión social. No en vano, la cuna del rap francés fueron los barrios desfavorecidos del extrarradio de París: las denominadas
banlieues
, y en concreto
Seine-Saint-Denis
. El rap llegó a Francia a principios de los ochenta, con las primeras giras de artistas estadounidenses por Europa. No obstante, lo que de verdad propagó el rap en el país fue
la aparición de radios libres y el lanzamiento de un programa dedicado al hip hop
en una de las principales cadenas de televisión del país, la TF1. Ello permitió que el rap de las banlieues
inaugurara un estilo propio
.
A partir de ahí, el rap crecería hasta hacer de Francia el segundo país más prolífico de la historia del género, alcanzando su clímax
en los noventa
. Los raperos franceses denunciaban
la islamofobia
,
el racismo, la violencia policial, el desempleo y, en general, las discriminaciones de raza y clase
que sufrían los franceses de origen africano, magrebí o caribeño. Las letras también abordaban la corrupción, las
políticas migratorias
,
las prácticas neocoloniales de Francia en África
y la manipulación de los medios de comunicación. Al igual que había ocurrido en EE. UU., el rap
fue acusados de dividir a la sociedad
y de promover la violencia en las banlieues. Entre los artistas comprometidos más importantes del país se encuentran
IAM
,
Suprême NTM
—fervientes
defensores del panafricanismo
—,
2bal
,
Assassin
,
Ministère AMER
o
Keny Arkana
, rapera de origen argentino de letras explícitamente antisistema. Asimismo, y
gracias a la emisora de radio MCM
, el rap se extendió desde Francia a los países del África francoparlante, conectando a la diáspora africana con sus orígenes y
al rap con sus fuentes ancestrales
.
El rap árabe, versos desde la intifada
El mundo árabe, y
en particular Palestina
, ha sido también una tierra fértil para el rap político. Su mayor exponente son los árabes israelíes
DAM
, los inventores del género en lengua árabe. Los
fundadores de la banda
comenzaron a rapear en 1998 —en los albores de la
segunda intifada
palestina contra Israel—,
inspirados por 2pac, Public Enemy, y por los textos antirracistas de Malcom X y Maya Angelou
.
El caldo de cultivo del rap político palestino también fue un gueto: la ciudad israelí de Lod, conocida en el país por ser
un núcleo de pobreza, drogas y violencia
. Cómo israelíes de origen palestino, DAM denunció tanto la situación de los palestinos en los territorios ocupados como
la discriminación sistemática que vivían los árabes israelíes
con temas como
Min Irhabi
(‘¿Quién es el terrorista?’). Posteriormente, y de mano de la cantante palestina Maysa Daw, el grupo ha incluido en sus canciones temas como el
el feminismo
, criticando el matrimonio o
el rol tradicional de la mujer
en la sociedad árabe, han animado a la
participación electoral de los árabes en las elecciones israelíes
y han apoyado al
movimiento LGBT y al Black Lives Matter
.
El rap hispanohablante: rimas por la revolución
También en España y América Latina el rap encontró cómo expandirse entre los más de
480 millones de hispanohablantes
. En este caso, la mayor parte del rap político ha abrazado ideologías de izquierdas, feministas y anticoloniales. En España varios raperos han ocupado portadas de periódicos a raíz del contenido político de sus versos, como
Los Chikos del Maíz
, por sus críticas a la corona o por ser acusados de apoyar el terrorismo. Por esta misma razón el rapero Valtonyc
huyó a Bélgica en 2018
, cuando iba ser llevado a juicio acusado de injuriar a la Corona y enaltecimiento del terrorismo. En protesta por su caso, otros artistas se unieron para elaborar un tema en
contra de la monarquía y a favor de la libertad de expresión
. Otro caso similar es el de
Pablo Hásel
,
condenado a varios meses de prisión
en 2020 por enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona.
El rap feminista
español también se encuentra en pleno auge, con bandas como
IRA
o
Tríbade
, cuyas letras hablan del movimiento okupa, el debate alrededor de la prostitución o la LGTBIfobia.
En América Latina,
el amplio abanico de rap político
incluye, por ejemplo, a los venezolanos
Hijo de Lobo Caza
y
Muchocumo
, ambos a favor del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez. En el Caribe destacan los cubanos
Aldeanos
, muy
críticos con el régimen castrista y con la situación económica de Cuba
, algo por lo que llegaron a ser
acusados de estar financiados por la CIA
. Más al sur, las letras de la chilena
Ana Tijoux
hablan de los
derechos indígenas, de feminismo y ecologismo
, y las argentinas
Sara Hebe
y
Actitud María Marta
son defensoras de
las Madres de Plaza de Mayo
, una asociación que lucha por recuperar la memoria de los desaparecidos durante la dictadura de Rafael Videla en los setenta. También puede encontrarse rap político en México, con bandas como
Facto
, que se han posicionado en contra de la violencia en el país y han denunciado
la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa
en 2014.
El rap, una herramienta política inagotable
El rap ya forma parte de la música más comercial. Es un género tan popular que el rapero estadounidense
Kanye West incluso se ha presentado a presidente en las elecciones de noviembre de 2020
, una decisión que, aunque llamativa, ha tenido más de excentricidad personal y de marketing que de reivindicación política. Sin embargo, el potencial del rap como instrumento de comunicación política sigue vigente, alimentado
por las desigualdades que siguen sin desaparecer y asentado por sus orígenes humildes como voz de los desheredados
. De hecho, salvo unas pocas excepciones en la República Checa y Alemania,
donde han surgido grupos de rap de extrema derecha
, el rap político siempre se ha posicionado a favor de colectivos discriminados y en contra
del racismo
y de las políticas económicas neoliberales. Esa postura ha llevado a raperos a perder la vida, como el griego antifascista Pavlo Fyssas,
asesinado por miembros del partido neonazi griego Amanecer Dorado
en 2013. Pero también ha hecho del rap una herramienta para artistas reivindicativos que sigue cruzando fronteras, adaptándose a nuevos contextos y evolucionando con cada lengua en la que se rima.
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