Aunque están muy lejos geográficamente,
aunque parecen al margen de los problemas, el recrudecimiento de la
crisis europea no está pasando desapercibido en los mercados emergentes.
El MSCI Emerging Markets lleva cayendo ya diez semanas consecutivas.
Según cifras de Citi y Morgan Stanley recogidas por
Bloomberg, en la semana que terminaba el 23 de mayo, salieron 1.500
millones de dólares de los mercados emergentes. En las cinco sesiones
anteriores, la sangría fue de 2.300 millones. En la última semana, los
fondos asiáticos en particular (excluyendo Japón) sufrieron la mayor
retirada de fondos del año con 768 millones de dólares. Con todo y con
eso, la Bolsa china aún sube un 10% en el año y la india, un 5%. En
cambio, la brasileña, que entró en tendencia bajista el pasado 17 de
mayo, pierde un 4,74% y la rusa, cerca de un 9%.
La
aversión al riesgo es máxima y está claro que en un entorno así los que
más sufren son, precisamente, los mercados que más lejos están.
Los más exóticos. Los inversores los conocen menos y repatrian sus
capitales. Y ese dinero fluye hacia los refugios: el dólar, el yen, el
franco suizo...
Castigo en la deuda emergente
Pero
esa aversión al riesgo emergente no sólo castiga a sus Bolsas. También a
sus deudas. Los analistas de Barclays han detectado una salida de 478
millones de dólares en los fondos especializados en bonos emergentes en
la semana que terminaba el 23 de mayo, en su primer descenso desde el 11 de enero.
El brasileño fue el mercado del que más dinero salió (380 millones de
dólares en 7 días ), seguido del chino, con 320 millones de dólares, según datos de
Morgan Stanley recogidos por Bloomberg.
Pero la situación es todavía más sangrante en el caso de India:
su deuda ha sufrido desinversiones por valor de 631 millones de dólares
desde el 17 de abril, fecha en la su banco central bajó los tipos de
interés por primera vez desde 2009, aunque advirtiendo de que los
riesgos inflacionistas no le dejan mucho más margen para la expansión
monetaria. Eso ha provocado que la prima de riesgo de los bonos hindúes
con respecto a sus comparables estadounidense se haya ampliado hasta los
670 puntos básicos.
Depreciación de las divisas
Con
salida de dinero de la Bolsa y de la renta fija, la tercera
consecuencia que han sufrido los mercados emergentes ha sido la
depreciación de sus divisas. Ésta que termina es la cuarta semana consecutiva en que esto sucede. El
índice Bloomberg-JP Morgan Asia Dollar, que compara la evolución de las
diez principales divisas asiáticas a excepción del yen contra el dólar
ha caído hasta su nivel más bajo desde el 15 de diciembre. Y, de nuevo, la peor parte se la lleva India:
la rupia ha caído estos días has mínimos históricos, un síntoma
inequívoco de que los inversores están huyendo de ese país en
particular.
Por eso, sus autoridades limiten la cantidad que las
compañías pueden mantener en moneda extranjera hasta el 50% desde el
100%. Y las autoridades también están vendiendo moneda extranjera para
reducir el ritmo de depreciación de la divisa, lo que está reduciendo el
volumen de sus reservas.
A las monedas latinoamericanas no les va mucho mejor: el gráfico de la evolución del real brasileño comienza a recordar a lo que sucedió en 2008 aunque, de momento, está lejos de los peores momentos de la crisis.
Problemas externos e internos
Todo esto que está sucediendo en los mercados emergentes se debe en parte a la crisis europea y al peligro de que Grecia salga del euro con imprevisibles consecuencias. Pero también a problemas internos que sufren estos países. Y los que más preocupan son los de China,
que esta misma semana ha proporcionado dos preocupantes datos: según
HSBC, su actividad manufacturera se habría contraído en mayo por séptimo
mes consecutivo y, además, el sector financiero no habría alcanzado el
objetivo de concesión de créditos, otro síntoma de enfriamiento
económico, algo que, además, según los analistas, puede poner un freno a
la lenta apreciación del yen, al igual que otro fenómeno: la inversión
extranjera directa en el país cayó en abril por séptimo mes consecutivo. Si finalmente Grecia sale del euro, su crecimiento sería el más bajo de las dos últimas décadas,
de acuerdo con China International Capital Corp, el mayor banco de
inversión del país: su PIB sólo crecería un 6,4% en 2012 si no se ponen
en marcha estímulos y si la salida de Grecia de la Unión Monetaria
desemboca en una situación similar a la de 2008-2009.
También India se enfrenta a graves retos: un elevado déficit comercial y presupuestario, además de la parálisis política y los elevados precios al consumo.
O
Brasil: la debilidad de la economía mundial añade dudas respecto a si
el Gobierno será capaz de estimular su economía. De hecho, su Gobierno ya ha tomado medidas,
como la rebaja de las reservas que deben guardar los bancos o la rebaja
de impuestos para los consumidores que compren coches nuevos. Pero aún
tenemos que comprobar su efectividad.
¿Y ahora? ¿Son los descensos una oportunidad?
Ahora
la gran incógnita es si estos descensos tanto de la divisas, como de
los bonos y las acciones pueden convertirse en oportunidades para el
inversor. Jonathan Garner, de Morgan Stanley, en declaraciones a
Bloomberg opina que antes de pensar en que estos activos han
tocado un suelo, espera más salidas de capitales. Añade que una bajada
de los tipos de interés en China puede ser la señal que dé la vuelta a
los mercados emergentes. Este analista espera dos reducciones
de los tipos de interés en China. La primera, ya mismo, en junio. Para
este experto, la clave para confiar en los mercados emergentes estriba
en entender que China tiene más opciones políticas disponibles que otras
economías.
En Brasil en particular algunos analistas opinan que
los descensos han sido excesivos y que ya habría inversores con ganas de
buscar gangas...
1 comentario:
Lupo, en el mismo sentido de esta nota, escribí una de Brasil.
La Economia Online: ¿Por qué devaluó Brasil, ahora?
Abrazo
Marcos
@MarcosLeonetti
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