6/26/2019

arroz con leche






Laura Vilche

"La emoción de Sergio Denis al ver su tema «Te quiero tanto» cantado en estadios de fútbol. El tema estrenado en 1986, uno de los más famosos del artista, sigue siendo un hit en las hinchadas de todo el mundo". Así titulaba el año pasado la web Infobae de Buenos Aires la noticia sobre la alegría del cantautor argentino, que se llama realmente Héctor Omar Hoffmann, aunque en el planeta se lo conozca más por las cientos de adaptaciones de la canción que creó que por sus nombres reales y de artista. 

A un año de esa noticia, muchos títulos refieren por estos días a otra canción contra el presidente Mauricio Macri que ya se transformó en un hit en varias canchas (no en las rosarinas, pero sí en las de Racing, River, San Lorenzo, All Boys, Independiente, Gimnasia, Estudiantes, Chacarita y Lanús).

El contenido de esta nueva canción, que surgió en cancha de San Lorenzo en el clásico con Boca ante un arbitraje cuestionado, no generó alegría precisamente en algunos sectores: muy por el contrario. Trascendió que enojó al gobierno nacional porque se escuchó la voz del deporte más populoso del país contra el presidente y también fastidió al titular del Sindicato de Arbitros de la República Argentina (Sadra), Guillermo Marconi, a quien se le ocurrió que se suspendan partidos en los que la hinchada entone el cantito ("¡Mauricio Macri, la puta que te parió!", sic).

La idea no prosperó: es más, alimentó el humor de los simpatizantes que crearon el hashtag #ApprovedSongs (canciones permitidas), que lideró hace dos días el listado de tendencias en el país durante gran parte del día. Y, además, impulsó las estampas de remeras con las primeras letras del canto (MMLPQTP). En silencio también se dice. (*) 


 La reacción del juez de fútbol en democracia hizo recordar a una anécdota durante la última dictadura cívico, militar y religiosa que los lectores muy futboleros de esta nota seguramente recordarán. Y los que no, podrán enterarse de qué se trata a través del documental "¡Al trote!", que produjo en 2014 el director Gabriel Dodero, hijo de un ex jugador de Nueva Chicago. Dura apenas 26 minutos, se vio por Canal Encuentro y ganó un premio en Qatar.

Se trata del relato de un hecho ocurrido el 24 de octubre de 1981, en el que varios hinchas de Nueva Chicago (49, según los diarios de la época, y un centenar, según los protagonistas, la mayoría veinteañeros) fueron llevados de la cancha a la comisaría (a cargo del comisario Conde, que había sido trasladado del Operativo Independencia de Tucumán a Buenos Aires) a lo largo de siete cuadras y al trote por cantar la Marcha Peronista mientras se jugaba el partido contra Defensores de Belgrano. Treinta y seis años pasaron y tal vez a Marconi y a tantos más les cueste recordarla. Hagamos memoria.

El Torito de Mataderos siempre se identificó como club peronista, porque está en un barrio obrero y mayoritariamente peronista. En 1955, después de la Revolución Libertadora que derrocó a Juan Domingo Perón, los hinchas del verdinegro cantaron la marchita. Y no dejaron de cantarla. Ese día del 81 habían comenzado por "Dale campeón", siguieron con "Chicago corazón" y, finalizaron con "Los muchachos peronistas...". Se sumó toda la cancha.

 Eran épocas en que el peronismo era mala palabra y también los deportistas simpatizantes: valga sólo el ejemplo de la fallecida tenista rosarina Mary Terán de Weiss, primera en el ránking nacional en 1941, 1944, 1946, 1947 y 1948, quien debió exiliarse en España por peronista.Cuando en plena dictadura del genocida Roberto Viola los hinchas del Torito, que jugaba en la segunda categoría del fútbol argentino, entonaron la marchita, la policía resolvió reprimir. Decidieron llevar al calabozo a los cantores, pero como no tenían móviles suficientes echaron mano a los gritos y a la cachiporra. La gente del barrio Los Perales (periférico a la cancha) les tiró piedras a los de la Montada. La mayoría de los detenidos recuperó la libertad, pero nueve personas fueron trasladadas a Devoto, y algunas permanecieron 30 días en la cárcel.

Arroz con leche

Los simpatizantes que quedaron libres aseguran que el sábado siguiente Nueva Chicago se cruzó como visitante con Atlanta. Ganaron 2 a 1 y al pasar frente a la seccional la hinchada volvió a entonar las estrofas de la marchita como acto de resistencia, pero esta vez le agregaron una cuota de creatividad. Al terminar la introducción de la canción la hinchada enganchó la letra con la popular y tierna "arroz con leche/ me quiero casar / con una señorita de San Nicolás". Vecinos y agentes federales se rieron y la represión se diluyó por unos instantes, en la feroz y sangrienta dictadura.

El periodista Ezequiel Fernández Moores, en el marco de la intervención de la AFA, contó esta anécdota hace dos años. Resaltó que faltaría sólo un año, tras la derrota de la Guerra de Malvinas, para que en las canchas se comenzara a escuchar otra canción de resistencia popular: "Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar". También recordó en la nota que todo esto sucedió dos meses antes que el Boca de Diego Maradona se coronara campeón argentino y San Lorenzo descendiera a la B. Y, además, el periodista agregó: "Aquel 24 de octubre de 1981 Chicago, líder firme, le ganó 3-0 a Defensores de Belgrano por la 34ª fecha, con tres goles de Mario Franceschini. Ascendió con el subcampeón Quilmes, ambos delante de Banfield, que terminó tercero (Lanús y Chacarita estaban en la C)".

Seis años después de ese episodio, en Mataderos, Sergio Denis compondría la canción que nunca imaginó se cantaría en las canchas de varios países del mundo. "Yo soy la aventura/ Y tú la realidad/ Tú la ternura/ Yo soy la libertad/ Tú la esperanza/ La vida que me das/ Y no me alcanza / No me alcanza". Un cantar entre los cantares.

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 (*) El original de donde surge el Hit del Veranos se sabe fue compuesto en el año 1974 Tras la muerte de Juan Domingo Perón, el Gobierno nacional, bajo el mando de Isabel Martínez, pretendió difundir augurios de buenos tiempos para el país. En esa dirección, Sheriko compuso la particular canción.

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