12/06/2021

a 20 años del estallido del 2001





Pablo Osvaldo FUCCI
Licenciado en Economía-UBA
Especialista en Historia Económica y de las Políticas Económicas-UBA

En el campo de la historia económica de los países existe un debate acerca de las RUPTURAS HISTÓRICAS que representan un QUIEBRE INTERNO QUE SE PRODUCE EN EL BLOQUE DE PODER DOMINANTE DE UN PAÍS.

Esto implica abordar el tema de las periodizaciones acerca de la historia económica del país y sobre los problemas económicos, políticos y sociales fundamentales que en cada período afectan el crecimiento económico.

En el debate sobre cómo se crece suelen aparecer dos opciones de política económica: 1) Priorizar la producción para la exportación, en base a la inversión privada, en lugar de la producción para el mercado interno. 2) Priorizar la producción para el mercado interno, en base a una presencia mayor del estado con la expansión del gasto público y el consumo interno, en lugar de producir para el mercado mundial.

Existe una corriente de historiadores económicos que plantea que la consolidación del estado nacional se produce con la asunción del presidente Julio Argentino Roca en 1880 cuando se establece la capital en la ciudad de Buenos Aires

En el período de 50 años entre 1880 y 1930 hubo una estrategia de crecimiento en donde la producción se orientó hacia el mercado mundial. Esta estrategia fue llevada adelante en base a un liderazgo capitalista del sector primario exportador.

Con el golpe de estado del 6/9/1930 que derroca al gobierno de Hipólito Irigoyen se produce una ruptura histórica, se trata del primer golpe cívico-militar que representa no sólo la pérdida de libertades democráticas y de derechos para los trabajadores y el pueblo sino el inicio de una escandalosa entrega del patrimonio nacional, lo que dio origen a lo que se llamó la “década infame”

La crisis de la década de 1930 y la posterior guerra mundial marcaron también el retroceso del liberalismo económico y la irrupción del pensamiento keynesiano.

En la década de 1930 la RUPTURA HISTÓRICA se visualiza en la finalización de la estrategia de crecimiento del período primario exportador y el inicio de un período con una mayor intervención estatal ante la crisis

Con la llegada del peronismo al gobierno en 1946 se consolida una estrategia de crecimiento en donde la producción se orienta hacia el mercado interno

Con la llegada del peronismo al gobierno el aumento de la intervención estatal se refleja en 1) Las nacionalizaciones (ferrocarriles, recursos naturales, depósitos bancarios y comercio exterior). 2) Una mayor protección social de los trabajadores con una participación del 50% de los salarios en el PBI (fórmula del empate social en la distribución del ingreso). 3) La existencia de Juntas Nacionales que regulaban el sistema de precios 4) Las políticas de protección a las pequeñas y medianas empresas 5) El desarrollo de la educación y la salud pública.

Sin embargo en el período 1930-1976 hubo una DIVISIÓN EN EL BLOQUE DE PODER DOMINANTE que se tradujo en una inestabilidad política e institucional . Esta división se debía a las disputas entre los capitalistas del sector agrario, nostálgicos del liderazgo británico, y la irrupción de grandes empresas industriales afines al nuevo liderazgo norteamericano (el empate en las alturas)

Los años posteriores al derrocamiento de Perón de 1955 si bien registraron un avance del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de las empresas transnacionales no se pudo poner fin al empate social de la distribución del ingreso

El peronismo volvió a gobernar en 1973 planteando un Pacto Social basado en la redistribución de los ingresos a favor de los asalariados pero el mismo fracasó porque los aumentos salariales fueron absorbidos por la inflación superior al 300% anual que hubo en 1975, después de la muerte de Perón, provocada por las grandes empresas con fines de desestabilización, y con el agregado de la violencia política que profundizó la crisis que desembocó en el golpe de estado de 1976

Con el golpe de estado del 24/3/1976 se produce una RUPTURA HISTÓRICA a partir de implementarse un proyecto político de país dependiente con LA HEGEMONÍA DEL SECTOR FINANCIERO en base al endeudamiento externo unido a la convalidación de las sucesivas gestiones de un cambio regresivo en la distribución del ingreso

Con la dictadura cívico–militar se implementó en gran escala el terrorismo de estado para borrar del centro de la escena todo conflicto entre capitalistas y trabajadores

Al mismo tiempo, para evitar la confrontación entre campo e industria y estabilizar las relaciones de poder, la dictadura, entre 1976 y 1983, decidió incrementar el poder del capital financiero y promover la formación de grupos económicos con la fusión de las cúpulas de las diferentes fracciones del capital bajo la hegemonía financiera

En el gobierno de Alfonsín, tras un primer año donde la gestión económica de Bernardo Grinspun intentó mejorar la distribución del ingreso y negociar con dureza la deuda pública, con la llegada de Juan Sourrouille en 1985, se convalidó la redistribución regresiva del ingreso y el endeudamiento de la dictadura y eso fue erosionando a una gestión que concluyó en medio de una crisis con hiperinflación

En la década de 1990 con la desaparición del denominado “socialismo real” hubo un fortalecimiento a nivel mundial de las políticas del Consenso de Washington en base al ideario de las privatizaciones, las desregulaciones y la apertura económica

La globalización neoliberal de la década de 1990 puede ser definida como un proceso de aceleración del movimiento internacional de capitales alimentado por el fin del orden mundial de posguerra, la acumulación de dinero en los países más desarrollados y la revolución informática y de las comunicaciones

Si bien en las gestiones de las políticas económicas de la década de 1990 hubo estabilidad de precios con crecimiento y la convertibilidad disciplinó a los grupos económicos ratificando la hegemonía del sector financiero, su contracara fue la mayor intervención del capital financiero internacional sobre la política económica nacional.

Las políticas económicas, que siguieron las recetas del FMI y el Banco Mundial, generaron un aumento del desempleo y de la pobreza a niveles nunca vistos

El gobierno de De la Rúa intentó “calmar a los mercados” a partir de una relación pasiva y de aceptación de toda sugerencia del FMI y el Banco Mundial lo que rápidamente le llevó a perder el consenso inicial agravándose la situación el año 2001

En el año 2001 la Argentina atravesó una crisis integral (económica, política y social) con fuerte resistencia social a los ajustes, supervisados por el FMI, hasta desembocar en el estallido social donde, por primera vez desde 1983, un presidente elegido democráticamente tuvo que renunciar producto de una rebelión popular.

El estallido del año 2001 significó el FIN DE LA HEGEMONÍA DEL SECTOR FINANCIERO que había surgido en los tiempos de la dictadura y que incrementó su poder en las gestiones posteriores

Como bien señaló Fernando Solanas en su película “MEMORIA DEL SAQUEO” fue la primera victoria del pueblo argentino contra la globalización neoliberal.

En un artículo publicado en Página 12 el 27/12/2001 Eduardo Galeano señaló que:

“Esto hace acordar a inicios del siglo XX cuando un presidente uruguayo viendo un partido de fútbol comentó lo lindo que sería si hubiera 22 espectadores y diez mil jugadores. En Argentina, muchos de los manifestantes que llevaban la camiseta de su selección nacional de fútbol, invadieron las calles. La gente, harta de ser espectadora de su propia humillación, invadió la cancha. No va a ser fácil desalojarla”

Tras el estallido del 2001 se abrió en la Argentina un período de grandes movilizaciones populares que posibilitaron la recuperación de derechos perdidos durante la dictadura y un extraordinario avance en materia de derechos humanos.

Si se pretende analizar las consecuencias del estallido del 2001 no puede dejar de señalarse dos cuestiones: 1) El consenso del 2002. 2) El kirchnerismo

¿Cuáles son los principales movimientos que se producen entre las distintas fracciones del gran capital ante la crisis? En principio en el consenso de mediados del 2002 se establecieron algunas pautas de política económica como:

1) Una política cambiaria de tipo de cambio alto que favorece a los grupos exportadores y a las grandes empresas transnacionales formadoras de precios

2) Un superávit externo y fiscal que genera fondos suficientes para hacer frente a pagos en la deuda externa y acrecentar las reservas del Banco Central

3) El establecimiento de un sistema de planes sociales para descomprimir la situación social, pero con el objetivo de mantener una baja participación del salario en el PBI

Con este nuevo consenso los anhelos de los industriales, los productores de bienes primarios y los exportadores se hacen realidad en la gestión de Roberto Lavagna que se convierte en el primer ministro de Economía de la historia argentina que mantiene su cargo ante un cambio presidencial

En el año 2005 se consolida el kirchnerismo a partir de los siguientes hechos:

1) Reducción de la deuda pública. 2) Fortalecimiento de los sindicatos al crearse empleo.3) El triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones de medio término. 4) Rechazo a la pretensión de EE.UU de imponer el Área de Libre Comercio Americana (ALCA) surgiendo la alianza Chávez-Lula-Kirchner 5) Fin del consenso del 2002 con el despido de Lavagna el 26/11/2005. 6) Pago de toda la deuda al FMI

A diferencia de las rupturas históricas de 1930 y 1976 donde se establecieron dictaduras cívico-militares con grandes sufrimientos para la mayoría de la población, después del estallido del año 2001 y la desastrosa situación del año 2002, con la gestión del kirchnerismo, hubo altas tasas de crecimiento con desendeudamiento, menos desempleo, menos pobreza y mayor participación del salario en el PBI

Es así como el kirchnerismo representa para el poder el hecho maldito del siglo XXI así como el peronismo fue el hecho maldito del siglo XX.

Aunque el neoliberalismo haya avanzado en los últimos años y el escenario de América del Sur no sea el mismo que a inicios del siglo XXI, más que nunca es necesaria la unidad y la movilización de todos los que hemos sufrido las consecuencias de las políticas neoliberales para evitar que se vuelva al país anterior al 2001 y lograr la independencia económica, la soberanía política y la justicia social.

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