7/20/2017

necesitan esclavos y no sólo en el campo.

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Yo fui orgullosamente trabajadora del RENATEA en el Área de Formación y Capacitación. En noviembre del año 2014, en un viaje que realizamos trabajadores del RENATEA (Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios) a la Localidad de Rio Seco, Provincia de Tucumán, nos esperaban referentes de una recientemente conformada Asociación de Trabajadoras Agrarias. El objetivo de este contacto, que no era el primero, era el de identificar qué tipo de formación requerían y así planificar mejor nuestro trabajo de fortalecimiento de organizaciones agrarias.

La dirigente del grupo, una mujer que transmitía tanta firmeza como dulzura en sus palabras, le entregó a uno de nuestros compañeros un papel irregular, con unas líneas escritas a mano que no superaban la media carilla. Se leía lo siguiente:

“PLANIFICACION DE LOS TEMAS QUE SOLICITAREMOS A RENATEA:

Importancia de nuestra mano de obra para que funcione la industria del limón, la caña, arándano, uva, papa, etc. Como tucumanas desconocemos el valor económico de estas producciones y el rol nuestro en ellas. Son productos de exportación y tienen muchas ganancias. Como afianzar este modelo de país. Discernir entre una política partidaria y la política que como Asociación realizamos. Conocimiento sobre cómo se forma la inflación, el costo de los productos que nos afecta todos. Poder tener elementos políticos, y económicos para saber discernir y defender con más elementos este proyecto. Relacionar toda la información recibida con nuestra vida de dirigentes e ir desterrando la vieja política y construir una sociedad justa para todos”

Cada tanto releo ese papel.

Me sigue asombrando la sabiduría y la claridad de esas trabajadoras sobre lo que necesitaban para sostener una lucha inmensa a la que sabían justa, y que no estaba perdida. Me emociona que pudieran enseñarnos tanto en una forma tan sencilla.

Me sigue enamorando el hecho de que el despliegue de nuestro Proyecto Nacional y Popular había logrado ese nivel de conciencia del sector más postergado del mundo del trabajo.
Por eso, releerlo me sirve para entender por qué vinieron a destruir el RENATEA.

Me sirve para entender por qué, dos días después del balotaje de noviembre 2015, la Corte Suprema falla a favor del aliado del macrismo, Gerónimo Venegas de la UATRE y le devuelve la gestión del organismo como organismo privado.

Me permite comprender por qué, modificaron en 2016 por decreto la Ley 26.727 del 2011 del Nuevo Estatuto para el Peón Rural, aprobada por amplia mayoría en el Congreso, y que mejoraba como nunca los derechos laborales del sector más postergado históricamente del mercado de trabajo.
Entender por qué, meses después, se constituía el nuevo Directorio del organismo con dirigentes de la Mesa de Enlace.

Y por qué desarmaron en menos de un mes todas políticas territoriales nacionales destinadas prevención y control del trabajo infantil y la trata laboral, a fiscalización de condiciones de trabajo, los espacios de cuidado para niños y niñas agrarias y los cursos de recalificación laboral.

Por último, me permite ayudar a explicar por qué nos despidieron a 600 trabajadores en menos de 8 meses, con la complicidad del gremio estatal oficialista de Andrés Rodríguez, que firmó con el Macrismo la derogación de nuestro recientemente creado Convenio Colectivo que nos aseguraba la estabilidad laboral. (Sobre esa derogación justamente ayer falló el Juez Ramos Padilla declarando su inconstitucionalidad, a raíz de uno de los más 60 recursos de Amparo que presentamos los trabajadores que rechazamos aquel “acuerdo”, con más de 40 medidas cautelares favorables que el Ejecutivo y el RENATRE incumplen. https://www.pagina12.com.ar/51236-contra-los-despidos-sin-causa)

El grado de amor por la tarea que realizábamos, el compromiso por mejorar la calidad de la vida y de trabajo en el ámbito agrario, la conciencia de sus derechos que iban adquiriendo los trabajadores, las mujeres y jóvenes del campo…eso solo se frena violando las leyes, con traición, con violencia y represión. En definitiva, con odio.

Necesitan esclavos, y no sólo en el campo.

A pesar de haber logrado una cautelar favorable en septiembre 2016, me despidieron en diciembre junto con los últimos 150 compañeros que resistimos en todo el país, apenas 7 meses después de haber parido a mis hijos mellizos, Jano y Ciro (que hoy ya cumplen año y medio de vida), y con una hija hermosa en plena adolescencia. Mis primeros meses de mamá fueron dolorosos, amamantando a mis hijos desde la angustia y la incertidumbre, pero con el apoyo de mi compañero y convencida de la necesidad de resistir.

Teníamos que denunciar como podíamos no sólo los inminentes despidos y la pérdida de nuestro trabajo (que desempeñábamos con pasión), sino el desmantelamiento de un organismo como el RENATEA que cumplía una función indelegable de control y promoción de las condiciones de trabajo (y de vida) a la que son sometidos los peones rurales.

En esta tarea de resistencia contamos siempre con el apoyo incondicional de ATE Capital y de la conducción de Daniel Catalano, que nos reafirmó la importancia de un Sindicato comprometido con un proyecto de país.

Muchos compañeros del interior no bajan los brazos y esperan que la justicia y la política vuelvan a jugar para el lado del pueblo.

Por el regreso del proyecto nacional y popular, estamos volviendo cada día un poco más.

Inés Arancibia
Investigadora-Docente UNGS y UNPAZ
Orgullosa Ex Trabajadora del RENATEA

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