6/19/2016

lópez caron



Por Raúl Kollmann

Los encuestadores y consultores en campañas electorales tienen visiones distintas sobre el efecto a corto y largo plazo del caso José López. Todos coinciden en que habrá un fuerte impacto en el kirchnerismo y también, aunque en menor medida, en el peronismo. Algunos consultores son lapidarios y piensan que el golpe es casi mortal para los seguidores de Cristina Fernández de Kirchner y para quienes respaldan lo hecho por el anterior gobierno. En ese marco, perciben que habrá una especie de redistribución del poder dentro del peronismo y un aislamiento de los referentes K. Pero están también los consultores que piensan que las medidas económicas de la administración de Mauricio Macri –despidos, tarifazos, inflación, recesión– no sólo están produciendo una baja en la imagen del Presidente y de todos los indicadores de opinión pública del macrismo sino que tarde o temprano reivindicarán al modelo del gobierno kirchnerista.

Golpe

Hay un punto del análisis en el que todos los consultores coinciden y que es obvio: José López tirando las bolsas con dólares significó un golpe muy duro para el kirchnerismo. Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), lo describió así: “El caso López sorprendió a los argentinos por su extraña forma de irrumpir en la escena con ribetes novelescos y componentes bizarros. La corrupción volvía a mostrar otra de sus facetas, aunque esta vez de manera contundente. No se trató de una denuncia, ni de una investigación judicial o periodística, la que lo expuso esto ante la opinión pública. Fue el propio José López, en un acto incomprensible, cuya posible explicación remite a hipótesis de diferente tipo y tenor, quien en la fría madrugada del martes pasado comenzó a tirar bolsas con dólares, euros y hasta monedas de exóticos países, relojes de lujo y joyas a través de la medianera de un convento de General Rodríguez. Es innegable que el hecho impactó, aunque también es innegable que a todos no les afectó por igual. El kirchnerismo fue quién más sintió el impacto. ‘Fue como una trompada al estómago’ escribió en su Facebook la ex presidenta. Para algunos el texto en su totalidad no contenía la contundencia que el caso ameritaba, pero es cierto que por primera vez CFK reconocía un acto de corrupción que salpicaba de manera directa a su gobierno”.

Para Eduardo Fidanza y Manuel Mora y Araujo el impacto merece un mismo adjetivo: “Para el kirchnerismo es devastador”. Fidanza, de Poliarquía, opina que “es indisimulable el vínculo directo, sin intermediarios, de López con Néstor y Cristina. Probablemente este caso precipite nuevas imputaciones con la firme probabilidad de que Cristina vaya presa. El impacto en el peronismo dependerá de su capacidad de distanciarse y hacer control de daños, algo para lo que tiene mucha práctica. José Alperovich puede ser el modelo a seguir. Respecto de la política en general y la sociedad deberá tenerse presente que López no es una excepción sino un engranaje en un mecanismo histórico y estructural de corrupción que excede al gobierno anterior. Los Kirchner representan la hipérbole de prácticas arraigadas en la elite del poder en la Argentina”.

En la misma línea, Mora y Araujo, de Ipsos-Mora y Araujo, además de afirmar que el efecto es devastador, agrega que “no hay sector dentro del espacio político kirchnerista que no acuse el impacto. La primera consecuencia notoria parece ser el creciente debilitamiento -o aislamiento- de Cristina, la única persona que hoy puede aspirar a ejercer un liderazgo del espacio. Espacio en retroceso, liderazgo debilitado: eso dice todo”.

Muy distinta es la visión de Artemio López, de la consultora Equis. ?”El caso López es un capítulo más de la saga destinada a desacreditar la gestión kirchnerista en general e intentar dañar la imagen de la ex presidenta Cristina Kirchner. Es particularmente espectacular y el componente narrativo, en especial su impacto en medios masivos, resulta muy eficaz para desplazar la agenda de opinión pública hacia costados menos comprometidos para el oficialismo que la aceleración de la crisis socioeconómica que ya asume una magnitud inimaginable para sólo seis meses de gobierno”.

“Caída de dos puntos del PBI, inflación por sobre el 43 por ciento , salarios convencionales pactados a la baja en torno al 30 por ciento anual y 250.000 nuevos desempleados con un aumento inédito de la pobreza que sumó 1,7 millones de nuevos pobres sólo en el Gran Buenos Aires, pasando del 22 por ciento en diciembre al 35,5 por ciento en abril de 2016. Según la actualización de abril del relevamiento de pobreza del Instituto Germani de la UBA, si se toma como población de referencia el GBA (Conurbano más CABA), en valores cercanos a 12,8 millones de personas, entre diciembre y finales de abril las personas en situación de pobreza pasaron de 2.816.000 a 4.544.000. Y las que viven en la indigencia aumentaron de 752 mil personas a 985.600, un crecimiento sin antecedentes en solo seis meses”.

Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados, piensa que “respecto al kichnerismo, es indiscutible que el efecto es negativo. Es difícil precisar el grado o la intensidad del impacto, eso se irá viendo, pero no hay duda que ha dado en el blanco. Ha provocado la aceleración de los debates internos, que ya se estaban dando como efecto retardado de la derrota electoral. Da la impresión que el caso López fue un catalizador, para poner más a la luz los conflictos y contradicciones internas que el kichnerismo tiene, no en relación a la interpretación del pasado, sino al diseño del futuro. Los grandes temas, hoy, acucian al kichnerismo; tales como: la necesidad o no de una organización política superior a sus superestructuras, la construcción de mayorías, la adopción de un perfil opositor, la correcta caracterización de la relación de fuerzas con la derecha, y la política de alianzas; marcan la agenda obligada del debate. Es indudable que el kichnerismo no solo lucha por su sobrevida, sino que esa sobrevida tiene mucho que ver con la valorización de lo hecho y su capacidad para no repetirse”.

“Esto salpica a todo el partido gobernante hasta el 2015” –señala Analía Del Franco, de Analogías. “Es complicado que la opinión pública logre una fina discriminación de lo sucedido. Por ejemplo, el alfonsinismo pensaba en 2001 que aquella crisis se llevaba puesto sólo a De la Rúa, no a la UCR. Fue una forma inocente de pensar las cosas. Cambiemos se encargará también de empujar para que todo el peronismo pague el pato. Por lo menos por un tiempo, ya que requiere de que el peronismo esté mal para continuar gobernando, sobre todo frente a una realidad complicada económicamente”.

Festejo

Prácticamente todos los consultores perciben que obviamente el caso López favorece a la Casa Rosada. “En Cambiemos fue una semana de festejos –señala Bacman–. El caso López les cayó del cielo, como una bendición en medio de fuertes tempestades. Para la opinión pública la gestión del gobierno nacional está pasando por su peor momento desde que asumió seis meses atrás. Indicadores de imagen del presidente y aprobación de su gestión han bajado en torno a los quince puntos porcentuales. Las promesas de campaña se han convertido en una asignatura pendiente. ¿Quién se acuerda de ‘pobreza cero’? Deben ser muy pocos: hasta el Observatorio Social de la UCA concluyó que la pobreza en Argentina se ha incrementado este último semestre”.

“La explicación de la ‘pesada herencia’ ya no alcanza para justificar los altos índices de inflación, los tarifazos, el aumento incesante de la desocupación, y la sensación, fuertemente instalada, de que los sueldos no alcanzan para llegar a fin de mes. Esa es la asignatura pendiente que la actual gestión debe superar. Pero apareció el caso López y más de un funcionario pensó que se venían, milagrosamente, nuevos tiempos. ¿Será posible? Todo puede ser. Sin embargo, nunca hay que perder de vista un principio que proviene de la física: inexorablemente el sol sale por el este y se pone por el oeste; pero nunca, y bajo ninguna circunstancia, se puede tapar con las manos”.

“El gobierno gana tiempo –piensa Analía Del Franco–, pero para mi no existe que la corrupción anterior impida que la gente se siga quejando, pero es cierto que gana tiempo con el peronismo debilitado”.
Definiciones

Hugo Haime, titular de Haime y Asociados, hace un diagnósticos hacia adelante. “El conteo de dólares en la Rosadita y la prisión de Báez consolidó la idea en mas de la mitad de los argentinos de que kirchnerismo y corrupción están asociados. Quedaba otra parte de la sociedad que no aceptaba esta idea, tanto la de quienes ven a Cristina como su conductora como aquellos que defendiendo un modelo creían que las denuncias de corrupción eran un hecho mediático. El escándalo López/dólares produjo un fuerte golpe moral, tanto entre la dirigencia como entre los simpatizantes K. Lo ocurrido es que alguien muy importante dentro del ex gobierno aceptó haber robado. Algunos tomaran la idea de que se trata de un hecho aislado, que López robó para él y seguirán creyendo en el proyecto, otros comienzan a creer que se trata de algo sistémico que involucra a Cristina y otros están en la duda. La discusión sobre si la corrupción era sistémica o no continuara por un tiempo entre la militancia y los simpatizantes K, pero ello no evitará su declinación política”.

“Esta semana –reflexiona Bacman– ciertos políticos, periodistas y analistas plantearon la hipótesis de que el kirchnerismo está acabado. Es muy temprano para afirmarlo, sin riesgo de caer en la subjetividad. El golpe fue duro, pero un importante segmento de la población sigue creyendo en otro modelo de país que el kirchnerismo en el gobierno tuvo la capacidad de representar”

Para Rouvier, “el movimiento creado por Néstor y Cristina Kirchner atraviesa un momento crucial. Y este hecho, casi cinematográfico protagonizado por López, agrega evidencia y dramaticidad al espectáculo desnudo de la corrupción. Seguramente la carta de Cristina ha generado alivio, pero también insatisfacción. Trata de contener a los militantes y apuntar al círculo completo de la acción delictuosa; pero, va a hacer falta muchos más que lo ofrecido hasta ahora”.

Por el contrario señala López “Creo que lo que está en el centro de la escena es la profundidad de la crisis económica y social en desarrollo –señala Artemio López–. Se la pretende desplazar a un segundo plano dando centralidad a casos lamentables pero poco significativos estructuralmente como el de José López. El éxito es contundente en los primeros dias pero muy acotado en el tiempo. Al interior del kirchnerismo el impacto del caso Lopez produjo efectos de perplejidad sobre todo en sus zonas más sensibles, efecto de desaliento oportunamente agigantado por los medios oficialistas. La salida a estos dilemas se conocen: afirmar la identidad kirchnerista, mostrar la diferencia de modelos, y sostenerlo todo especialmente en momentos donde las condiciones de esta afirmación son desfavorables”.

Peligros

Todos los consultores coinciden en que el caso López golpea centralmente al kirchnerismo pero también al conjunto del sistema político. Rouvier lo sintetiza así: “Este hecho y otros similares apuntan a la destrucción de la política. Se bordea peligrosamente el ánimo colectivo de aquella consigna ‘que se vayan todos’. Y la destrucción de la política solo puede ser capitalizada por aquellas fuerzas políticas que reniegan del debate ideológico y la construcción popular. En el mundo son las grandes corporaciones y el terrorismo antisistema, que coinciden en el aniquilamiento de la política y sus posibilidades de transformación hacia la equidad. Los grandes intereses quieren volver excedentaria a la política, y apuntan hacia la degradación de la dirigencia. Y los que se degradan por sí solos, juegan a favor de las hegemonías. El afán de riqueza, la vida fácil, y el consumismo, favorece a los poderosos, aunque se tenga el discurso de la libertad y la emancipación”.

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