El caso López es un capítulo más de la saga destinada a desacreditar la gestión kirchnerista en general e intentar dañar la imagen de la Presidenta Cristina Kirchner. Es particularmente espectacular y el componente narrativo en especial su impacto en medios masivos resulta muy eficaz para desplazar la agenda de opinión pública hacia costados menos comprometidos para el oficialismo que la aceleración de la crisis socioeconómica que ya asume una magnitud inimaginable para sólo seis meses de gobierno.
Caida de 2 puntos del PBI , inflación por sobre el 43% , salarios convencionales pactados a la baja en torno al 30% anual y 250.000 nuevos desempleados con un aumento inédito de la pobreza que sumo 1,7 millones de nuevos pobres sólo en el Gran Buenos Aires pasando del 22% en diciembre al 35,5% en abril de 2016. Según la actualización de abril del relevamiento de pobreza del Instituto Germani de la UBA, si se toma como población de referencia el GBA (Conurbano más CABA), en valores cercanos a 12,8 millones de personas, entre diciembre y finales de abril las personas en situación de pobreza pasaron de 2.816.000 a 4.544.000. Y las que viven en la indigencia aumentaron de 752 mil personas a 985.600, un crecimiento sin antecedentes en solo seis meses para ambas carencias.
En paralelo a este deterioro de indicadores sociales la valorización financiera marca la etapa con gran intensidad y el endeudamiento ya supera los 23.0000 millones de dólares . Estos son sólo algunos de los indicadores que muestran la profundidad de la crisis en desarrollo que se pretende desplazar a un segundo plano, dando centralidad a casos lamentables pero estructuralmente poco significativos como el de José López , con éxito contundente en los primeros dias pero muy acotado en el tiempo.
En el peronismo los efectos del caso Lopez refuerzan la tendencia a la división ya instalada entre peronistas no k o anti k "ajuste friendly" y peronistas kirchneristas opositores plenos.
En el sistema político en general Lopecito atenúa las críticas al modelo socioeconómico y las desplaza al terreno de la "lucha contra la corrupción", o sea al campo de la lucha contra aquello que los medios oficialistas consideran e instalan como "corrupción".
Finalmente, al interior del kirchnerismo el impacto del caso Lopez produjo efectos de perplejidad sobre todo en sus zonas más sensibles , efecto de desaliento oportunamente agigantado por los medios oficialistas, que inicialmente quita volumen y sistematicidad a referentes de la principal fuerza opositora para ejercer la crítica absoluta al impiadoso ajuste neoliberal que despliega el gobierno de Cambiemos.
La salida a estos dilemas en el universo k se conoce: Afirmar la identidad kirchnerista, especialmente en momentos donde las condiciones de esta afirmación son desfavorables.
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