7/07/2015

pelado botón : los peores discos de las mejores bandas ...

THE ROCK AND ROLL HALL OF SHAME




CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL - Mardi gras

¿Cómo se supone que pueda mirar a los ojos a mis chicos? ¿Cómo será la forma correcta de decirle a mi mujer que la amo sabiendo que escondo algo oscuro y comprometedor? ¿Cómo diablos puedo salir con la frente en alto por la calle? ¿Cómo puedo dormir por las noches sin despertarme a cada rato sobresaltado? En resúmen, ¿cómo cuernospuedo, si alguna vez pasó por mis manos “Mardi Gras”, de Creedence Clearwater Revival? Ese horroroso albumejo de country & western, surgido por obra y gracia del ERROR.

Luego del tour de presentación del buen disco “Pendulum”, Tom Fogerty –hermano del genial compositor de la banda John- decide tomarse el buque. Acto seguido, este último conviene en democratizar al grupo, esto es, permitir (o forzar) a los demás fabricar material a la par de como lo había hecho él durante años. Nada mal desde la perspectiva de si hubiese habido en el combo otros talentos ocultos, pero no fue así, ni mucho menos. El batero Doug Clifford y el bajista Stu Cook son -aún hoy- una brillante sección rítmica, pero no pueden componer ni una variación decente de “La farolera tropezó”.

No soy precisamente un gran fan del género de los grandes sombreros y de los rodeos, donde se montan toros hasta caer uno desplomado, pero desde el aspecto del rock, esto es un ultimátum y posterior pena capital al buen gusto, amén de cualquier código que se precie de tal.

Y es una lástima, porque me hubiese gustado saber cómo habría sido este trabajo si lo hubiera compuesto John Fogerty en su totalidad. Como siempre, como antes, porque dos de las tres composiciones suyas sí se eximen. Me refiero al melancólico y encantador “Someday never comes” y al pasable número rocker genérico “Sweet hitch-hiker”. Por supuesto que el tercer tema no es otra cosa que una triste y sudorosa parodia de cualquier vulgar y marroneante temita rural yanqui promedio que se puede escuchar como fondo en una serie tipo “Dukes of Hazzard”.

Lo que queda de “Mardi Gras” es más de esa basura: desperdicio inorgánico que bien podría alimentar el repertorio de una banda de mariachis, cuyo inmediato plan de gira incluya ingresar ilegalmente a los EE.UU., cruzando el desierto y evitando morir en él.

De más está decir que éste fue el último álbum de la agrupación de El Cerrito (California), ya que el fiasco resultante desembocó en la lógica separación definitiva.

Hoy andan por ahí Doug y Stu, con un aborto denominado Creedence Clearwater Revisited, y John, con su propia banda, haciendo ambos exactamente lo mismo, brindando el mismo show, con los mismos temas (ninguno de “Mardi Gras", claro), mientras Tom Fogerty (muerto en 1990) los mira desde el cielo y se ríe. Se ríe a carcajadas de este disco y de la estafa reinventada y reiterada del rock & roll de nostalgia, junto a otros grandes fallecidos, los que se murieron sin decaer, en la plena gloria de su buen nombre.

Síntesis: Si tenés este disco, es porque en tu garage se encuentra estacionado un lustroso Cadillac, con dos enormes cuernos en el capot y un gigantesco calco parasol con la leyenda “Sweet home Alabama”.

¿Ah, no? Opción 2, entonces. ¡Sos un camionero de ley!

¿Cómo? ¿Que tampoco es así? ¿Decís que tenés el álbum y no hay ningún auto con cuernos en tu casa, y tampoco de dedicás al rubro del transporte?

Entonces sos esa clase de persona que vaga por la propia existencia sin encontrar jamás su identidad. Una persona cuya única meta personal es conocer personalmente a Mark Zuckerberg y agradecerle por “tanta felicidad” dispensada a través de FarmVille.

¿Saben lo que es la mediana edad? Es la altura de la vida en que el trabajo ya no da placer, y el placer comienza a dar trabajo. Dedicado a John Fogerty y Cía. Ltda., en agradecimiento por este álbum.)

El peor tema del peor dico ( sin embargo, un gran trabajo del bajista, Stu Cook, que lamentablemente también canta ...)

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